Los infectados por COVID-19 en Hong Kong no tendrán que someterse a un aislamiento a partir del 30 de enero, declaró el jefe del Ejecutivo de la ciudad, John Lee, poniendo fin así a un protocolo que llevaba vigente casi tres años en el territorio.
En la actualidad, los contagiados por la enfermedad han de guardar un aislamiento de cinco días en sus domicilios o en instalaciones gubernamentales.
“El Gobierno adoptará un sistema de gestión que permite a los ciudadanos decidir por ellos mismos y asumir sus propias responsabilidades”, declaró Lee, citado por el diario hongkonés South China Morning Post.
El mandatario del territorio semiautónomo señaló que la decisión “está basada en la ciencia y en una evaluación de los riesgos” y añadió que “es una fase necesaria para todos los países en su camino hacia la normalidad”.
Lee mencionó la “alta tasa de vacunación” en Hong Kong como uno de los factores detrás de la retirada de los aislamientos y señaló que la situación epidémica en la ciudad “no ha empeorado” desde que se reabriese este mes la frontera terrestre con China continental.
El territorio había anunciado a mediados de diciembre la retirada del período de observación de tres días obligatorio para los llegados del extranjero, después de que las cuarentenas en hoteles para los pasajeros entrantes, que llegaron a ser de 21 días, dejaran de ser obligatorias el pasado septiembre.
Actualmente, permanece vigente en la ciudad la obligatoriedad de las mascarillas en todos los lugares públicos.