El gobierno de Japón presentará un proyecto de ley para evitar donaciones demasiado importantes a grupos religiosos, dijo el martes el primer ministro Fumio Kishida. Este anuncio se hizo cuatro meses después del asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe, que reactivó el debate sobre la Iglesia de la Unificación, también conocida como la secta Moon, ya que fue fundada por coreanos.
El presunto asesino de Abe, Tetsuya Yamagami, —que fue detenido— estaba resentido con este grupo religioso al que su madre habría hecho importantes donaciones llevando a su familia a la ruina. La Iglesia de la Unificación negó todo acto censurable, pero se comprometió en impedir las donaciones “excesivas” tras las críticas de antiguos miembros.
Kishida, que se enfrentó con una avalancha de críticas sobre los vínculos entre la secta y numerosos parlamentarios de su partido, afirmó haberse reunido con personas que sufrieron debido a las importantes contribuciones financieras a la Iglesia de la Unificación. Con respecto a la nueva legislación, “el gobierno hará todo lo que pueda por presentar el proyecto de ley lo antes posible”, quizás durante la sesión parlamentaria que finaliza el 10 de diciembre, dijo.