Federico X se convirtió en rey de Dinamarca en medio de un discurso en el que prometió ser un monarca moderno y pidió apoyo a su “amada esposa” y a su familia durante un nuevo reinado.
En su primer discurso público tras ser proclamado Rey, el padre de cuatro hijos, de 55 años, según una traducción de los Reales del bloguero real Gert, dijo:
“Mi madre, Su Majestad la Reina Margarita la Segunda, ha gobernado Dinamarca durante 52 años. Durante medio siglo, ha seguido los tiempos con nuestro patrimonio común como punto de partida. Siempre será recordada como una monarca más allá de lo ordinario. Como pocos, mi madre ha logrado estar en uno con su reino. Hoy, el trono pasa”.
La reina Margarita II, de 83 años, firmó el acta de abdicación en el palacio de Christiansborg, donde llegó con un carruaje que desfiló por las calles de la capital, Copenhague.
Al firmar el documento, un acto inédito en la historia contemporánea del país, puso fin a sus 52 años de reino y convirtió automáticamente a su hijo en rey.
Antes de alejarse del balcón, el nuevo monarca besó a su esposa, la reina María, ataviada con un vestido blanco. Nacida en Australia, es la primera reina danesa que no proviene de la nobleza.
Es la segunda vez que un soberano danés abdica. El rey Erico III lo hizo hace casi nueve siglos, en 1146.
Las imágenes difundidas por la televisión mostraron a la exmonarca emocionada, vestida con un conjunto rosa oscuro. “Que Dios bendiga al rey”, afirmó con lágrimas en los ojos.
Su vehículo abandonó el palacio, sede del gobierno y del parlamento, entre los aplausos de la multitud.
El anuncio de la abdicación de la monarca, la víspera de Año Nuevo, dejó a los daneses atónitos, incluyendo a su propia familia, ya que afirmó en numerosas ocasiones en que reinaría hasta su muerte.
Margarita justificó su decisión por problemas de salud después de someterse a una importante operación de espalda el año pasado.
Más de un 80 por ciento de daneses apoyó su decisión, según las encuestas. Margarita conservará su título de reina y podrá representar a la familia real durante ceremonias oficiales.
En Dinamarca, el papel del monarca es principalmente representativo. El rey, sin embargo, firma leyes, preside formalmente la formación del gobierno y se reúne periódicamente con el gabinete.