Las Escuelas Públicas de Denver (DPS), el distrito escolar más grande de Colorado, celebraron este martes lo que calificaron como una “gran victoria” para el sistema educativo de Estados Unidos tras alcanzar un acuerdo con el Departamento de Seguridad Interna (DHS) que reafirma a las escuelas como zonas protegidas frente a acciones migratorias.
El entendimiento legal da fin a una demanda interpuesta por el DPS el pasado 12 de febrero, en la que se exigía frenar cambios promovidos por el gobierno federal que eliminaban protecciones históricas en áreas sensibles como templos, hospitales, cortes y escuelas. Estos espacios, bajo normas anteriores, eran considerados fuera del alcance para operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
De acuerdo con Scott Pribble, vocero del distrito escolar, el DHS reconoció que las reglas sobre “lugares sensibles” en realidad no cambiaron significativamente, pero dicha información no había sido divulgada públicamente, generando preocupación entre familias y comunidades escolares.
“El DHS admitió que las escuelas siguen siendo lugares protegidos, pero ese dato no se había hecho público”, subrayó Pribble. “Nuestros estudiantes no pueden aprender si no se sienten seguros y bienvenidos. Eso es lo que les debemos”, agregó.
Gracias al acuerdo alcanzado, el distrito podrá reactivar su demanda en caso de detectar presencia de agentes migratorios dentro o en los alrededores de sus planteles, como medida preventiva ante posibles extralimitaciones de la autoridad federal.
DPS también exigió y obtuvo la publicación formal de las reglas vigentes sobre estas zonas protegidas, tal como lo marca la ley, un paso que el gobierno federal retrasó por varias semanas tras anunciar sus intenciones de modificar dichas políticas el pasado 21 de enero.
Con cerca de 90 mil estudiantes —más de la mitad de ellos de origen hispano—, el Distrito Escolar de Denver es una de las comunidades educativas más diversas del país. Aunque no recopila información migratoria de sus alumnos, se estima que en 2024 al menos 4,800 estudiantes nacidos fuera de Estados Unidos se matricularon en sus escuelas. Además, un 34 % del alumnado no tiene el inglés como lengua materna.
“Fuimos el primer distrito escolar del país en desafiar estas políticas ante una corte federal”, declaró DPS en un comunicado. “Y también seremos los primeros en volver si el gobierno federal vuelve a sobrepasarse”. El mensaje fue claro: las aulas son para aprender, no para temer