En un nuevo yacimiento paleontológico en la costa de Odemira, Portugal, encontraron cientos de abejas momificadas dentro de sus capullos, producidos hace casi tres mil años, los cuales son el resultado de un método raro de fosilización.

El paleontólogo que lo descubrió explicó que el proyecto que llevó a este descubrimiento identificó cuatro sitios paleontológicos con una alta densidad de fósiles de capullos de abejas en Vila Nova de Milfontes y Odeceixe en la costa de Odemira.

Los capullos descubiertos son de hace casi tres mil años, conservan como en un sarcófago a adultos jóvenes de la abeja Eucera que nunca llegaron a ver la luz. Esta es una de las aproximadamente 700 especies de abejas que todavía existen en Portugal.

En su interior se pueden encontrar restos del polen monofloral dejado por la madre, con el que se habría alimentado la larva en los primeros tiempos de vida. Incluso usaron una tomografía microcomputadora permite obtener una imagen perfecta y tridimensional de las abejas momificadas dentro de capullos sellados.