Entre los túneles del Metro de Roma, soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han estado probando una nueva tecnología, capaz de detectar armas y explosivos escondidos entre vestidos y bolsas.
Convocados por la OTAN tras la oleada de atentados en varias capitales de Europa entre 2015 y 2017, un grupo de científicos de una docena de Centros de investigación europeos trabajaron por tres años en el proyecto Dexter para crear una tecnología capaz de prevenir ese tipo de actos.
Con ella se trata de garantizar la seguridad en estaciones y aeropuertos por los que cada día pasan millones de personas.
Dexter integra varios tipos de tecnologías, de sensores y software que brindan información en tiempo real a la policía o a la guardia de seguridad que monitorea en áreas públicas concurridas.
En un corredor del Metro unas pantallas gigantes transmiten imágenes coloridas del sistema de radar y láser. El radar escanea a los viajeros que pasan y produce imágenes 2D y 3D de alta resolución que revelan en rojo la presencia de un arma, mientras que el sistema láser detecta rastros de explosivos.
Los resultados de los dos sensores se combinan y son analizados mediante un software, que envía rápidamente una alerta a las gafas inteligentes que usa un oficial de la policía en la sala de control.
“Podemos fusionar y combinar la información del primer y último sensor y enviar un mensaje al oficial de policía”, explicó a AFP Henri Bouma, experto del centro de investigación holandés TNO.
Durante el último mes se han realizados numerosas pruebas y ambos sistemas lograron un 100 por ciento de éxito para detectar a personas que cargaban armas o presentaban rastros de explosivos en el cuerpo.
Las pruebas realizadas entre enormes multitudes obtuvieron una tasa de éxito de “más del 99%”, según Bouma.
Para el subsecretario general de la OTAN, encargado de los Desafíos Emergentes de Seguridad, David van Weel, esa tecnología, menos invasiva y más precisa que las búsquedas casuales, puede tener un “impacto concreto” en la vida de los ciudadanos.
“Te permite ir a un partido de fútbol o a un aeropuerto en total seguridad”, subraya.
En el proyecto participan entre otros una docena de físicos y expertos de Italia, Francia, Holanda y Alemania, así como de Ucrania, Corea del Sur, Serbia y Finlandia.
Por ahora se trata de “un prototipo”, explicó Deniz Beten, quien dirige el programa científico de la OTAN para la paz y la seguridad.
“Esperamos que dentro de uno o dos años podamos comercializarlo para que sea usado en Metros, aeropuertos y otras infraestructuras”, reconoce.
Debido a la disminución de la financiación pública para proyectos de investigación y de desarrollo, el proyecto Dexter llena un vacío que el sector privado podría ocupar, sostiene Van Weel.
“Ahora le toca a la industria poner a funcionar Dexter para que nos proteja de verdad”, explicó a la prensa el físico italiano Luigi De Dominicis, del centro de estudios italiano ENEA.