Sgún lo dado a conocer, este acuerdo ha permitido a los países de la región abordar la migración como una responsabilidad compartida, con un enfoque en el desarrollo de un sistema migratorio ordenado, seguro y humano, a la vez que se combaten las causas fundamentales de la migración irregular y el tráfico de personas.
Uno de los principales aliados en este esfuerzo ha sido México, cuyo papel ha sido fundamental para enfrentar los desafíos de la migración irregular.
En diciembre de 2021, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) lanzaron la iniciativa Sembrando Oportunidades, enfocada en ofrecer alternativas económicas en el norte de Centroamérica.
A través de esta colaboración, se han impulsado proyectos agrícolas en Guatemala y programas de empoderamiento juvenil en El Salvador y Honduras, logrando una reducción del 28% en la intención de migrar entre jóvenes y del 14% entre agricultores, además de un incremento en la participación femenina.
Durante los últimos seis años, Estados Unidos ha destinado 3,500 millones de dólares a la región, lo que ha generado resultados destacados como:
Desde 2021, las empresas apoyadas han alcanzado ventas por casi 1,260 millones de dólares.
En 2023, el apoyo de USAID contribuyó a la creación de 70 mil empleos en zonas con alta emigración.
Más de 220 mil estudiantes de municipios con alta emigración en El Salvador, Guatemala y Honduras recibieron apoyo educativo en 2023.
A través de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de EE.UU., se han ampliado las vías legales para migrantes y se ha proporcionado ayuda humanitaria. En colaboración con organizaciones internacionales y la sociedad civil en México, la PRM ha logrado:
Brindar asistencia humanitaria a migrantes vulnerables, incluyendo refugiados, solicitantes de asilo, niños no acompañados y víctimas de violencia.
Apoyar a la ACNUR en mejorar el acceso al asilo y ofrecer soluciones para que los desplazados reconstruyan sus vidas en México.
Colaborar con la OIM para garantizar albergues seguros, asistencia médica y monitoreo de tendencias migratorias.
Financiar programas de protección infantil, en conjunto con UNICEF y ONG, que gestionan casos, brindan asistencia legal y apoyan a niños no acompañados y mujeres embarazadas.