Para sorpresa de muchos, el peso mexicano ha sufrido una importante reconversión a lo largo de la última década. Hoy es una moneda considerablemente más sólida en tanto que se ha revalorizado en un 20% en comparación al dólar estadounidense. Si echamos un vistazo a su rendimiento en contraposición al que han registrado otras divisas locales de mercados emergentes a lo largo del mismo periodo. Pero ¿qué ha propiciado dicha evolución? En realidad, la evolución del peso mexicano y su posicionamiento como un agente cada vez más relevante en el ámbito internacional responde a la connivencia de diferentes factores clave.
Uno de los principales resortes de dicho fortalecimiento reside en la capacidad que ha adquirido la moneda para preservar su valor. Aquellos que conocen qué es forex saben el valor inherente de dicha solidez. Este hecho se convierte en algo especialmente relevante en un contexto como el actual, dominado por una incertidumbre bastante desequilibrante desde el punto de vista de la política global. Con los procesos electorales de Estados Unidos y México a la vuelta de la esquina, el peso mexicano se mantiene en su sitio y no experimenta importantes oscilaciones. Dicha resiliencia ha sido una prueba de fuego que, sin duda, ha despertado la confianza de los inversores.
El fortalecimiento del peso mexicano durante los últimos años
Por otra parte, la naturaleza altamente cambiante que caracteriza al comercio internacional se ha visto acrecentada como resultado de las tensiones crecientes entre China y Estados Unidos. Dicho escenario ha dado paso a un rediseño de las rutas comerciales y, en la búsqueda de nuevas alternativas, México ha resultado bien parado convirtiéndose en un destino viable para cubrir necesidades en materia de producción y suministro a otros países. En realidad, no es extraño si tenemos en cuenta la estabilidad de su economía y política así como su inmediatez geográfica a Estados Unidos. Sin duda, se ha convertido en el país perfecto para aquellos actores que están operando para diversificar sus carteras y minimizar los riesgos potenciales de pérdida.
Además, la política monetaria del Banco de México se ha caracterizado por ser ligeramente restrictiva. Si bien se ha tratado de propiciar la reducción de los tipos de interés, el banco central ha decidido decantarse por una dinámica más prudente algo que, a su vez, ha dado paso a una primas de interés bastante atrayentes para los inversores. En definitiva, estas medidas han potenciado la solidez de la moneda frente al dólar estadounidense.
Es necesario incidir en el hecho de que, en contra de lo que ha ocurrido en otros países de la región que se han decantado por un recorte de los tipos de interés, México ha superado dicha presión. En este sentido, su postura, ha dado paso a un diferencial importante en los tipos de interés comparados con la Reserva Federal de Estados Unidos, dando paso a un efecto llamada de las inversiones en el país.
Si seguimos haciendo comparaciones en términos deuda pública, también podemos encontrarnos con que México ha podido mantener un rendimiento más elevado en su deuda en contraposición a los datos registrados por los bonos del Tesoro estadounidense. Esto se ha revelado como otro factor de seguridad contra la volatilidad respaldando de nuevo su consistencia como destino para inversionistas extranjeros.
El retorno de la política migratoria de Trump como factor de riesgo
Más allá de estas consideraciones, es importante recalcar que aún así existen ciertos riesgos potenciales que podrían poner en jaque la estabilidad de la moneda mexicana. En el supuesto de que se produjese una posible reelección de Donald Trump y éste restableciese la política migratoria con México, el efecto podría ser desestabilizador. Caben muchas posibilidades de que la nueva situación se tradujese en una mayor volatilidad de la moneda. No obstante, tal y como hemos mencionado, en estos momentos México cuenta con una situación ventajosa desde el punto de vista estratégico a la hora de percibir beneficios en el rediseño de las cadenas de suministro del mercado internacional.
Los ratios de inversión por parte de agentes extranjeros se han incrementado de forma especial después de que se llevase a cabo una revisión del acuerdo comercial entre Canadá, México y Estados Unidos en 2020. Esto, a su vez, también ha dado paso a un desarrollo importante en segmentos de actividad clave como el tecnológico o la manufactura. Una buena referencia de esto es la gigafactoría que Tesla ha abierto en México.
Los analistas vaticinan que, en el futuro, México resultará especialmente beneficiado del rediseño de las cadenas de suministro percibiendo un crecimiento significativo en las exportaciones a Estados Unidos.
Debemos agregar que las remesas de los trabajadores ocuparán una función especialmente importante a nivel económico, ayudando a hacer que el déficit de la balanza de pagos descienda y haciendo que la situación económica del país sea más sólida.
En definitiva, el peso mexicano ha experimentado una revalorización importante a lo largo de los últimos años. Más allá de los riesgos potenciales que existen ante el retorno de la política migratoria estadounidense, el país ocupa una posición especialmente ventajosa de camino a convertirse en una alternativa consistente al dólar estadounidense en un futuro no tan lejano.