El Gobierno de Estados Unidos anunció este viernes un nuevo plan para la zona del Ártico que pone énfasis en la seguridad y coordinación entre países y en la lucha contra el cambio climático, en un momento de gran tensión con Rusia, uno de los principales actores en la región.
En una llamada con periodistas, la Casa Blanca indicó que esta es la primera actualización del plan estratégico desde 2013 -cuando Barack Obama se encontraba al frente del Gobierno estadounidense- y que está diseñado para que dure otros diez años.
Sin entrar en demasiados detalles, un alto funcionario gubernamental explicó que el nuevo plan tiene en cuenta la “creciente competencia estratégica” en el Ártico, exacerbada por la invasión rusa de Ucrania y por los esfuerzos de China para lograr aumentar su influencia en la región.
Uno de los cuatro pilares fundamentales de la nueva estrategia es fomentar la seguridad en la región mediante la coordinación con los aliados de EE.UU. (entre ellos los de la OTAN) para defender conjuntamente sus intereses árticos “mitigando los riesgos de una escalada no deseada” de un posible conflicto con Rusia.
También se quieren combatir los efectos del cambio climático y ayudar en la protección medioambiental, especialmente mediante la cooperación entre el Gobierno, las comunidades nativas y el estado de Alaska.
A su vez, se busca potenciar el desarrollo económico sostenible en la región que mejore la vida de los vecinos de Alaska mediante más infraestructuras, mayor acceso a los servicios y apoyo a los sectores económicos en alza.
Finalmente, el plan quiere fomentar la cooperación y la gestión internacional de la región a través de organismos como el Consejo Ártico, pese a las actuales tensiones con Rusia.