Parece que las malas noticias relacionadas con el medio ambiente no terminan. Científicos descubrieron que los glaciares que se derriten en Groenlandia están bombeando un agua sorprendentemente rica en mercurio, uno de los metales más tóxicos para la vida en el planeta.

El hallazgo se realizó cuando los expertos tomaron muestras de las aguas de tres ríos diferentes y de dos fiordos cercanos a la capa de hielo, esperando obtener información sobre sus nutrientes, pero inesperadamente, dieron con todo lo contrario, pues el líquido contenía altas concentraciones de mercurio.

Los expertos reportaron sus hallazgos en la revista Nature Geoscience; ahí dejaron en claro que esa región libera hasta 42 toneladas de mercurio disuelto cada año, lo que representa aproximadamente el 10% de los caudales fluviales estimados para todo el globo. “Eso nos lleva a considerar ahora una gran cantidad de otras preguntas; por ejemplo, a través de qué maneras podría llegar ese mercurio a la cadena alimentaria”, aseveró Jon Hawkings, uno de los autores del estudio, en un comunicado.

¿Qué efecto podría tener esa agua con mercurio?

Aunque la fuente del mercurio glaciar se desconoce, los investigadores consideran que es poco probable que sea resultado de la actividad industrial humana. Es muy probable que venga de las propiedades geoquímicas naturales de la Tierra. En ese caso, “sería mucho más difícil de gestionar”, indicó Hawkins.

Jon reconoció que aún es muy pronto para saber las consecuencias que la filtración de mercurio tendrá en el ecosistema en general o, incluso, en la salud humana. El mercurio es un elemento tóxico que se bioacumula en las redes alimentarias acuáticas en forma de neurotoxina metilmercurio, por lo que sí podría ser muy peligroso.

Lo preocupante es que las aguas de Groenlandia son una fuente importante de camarones de agua fría, fletán y bacalao que se exportan a todo el mundo, lo que genera un posible desequilibrio en las poblaciones animales y en el comercio de la zona.