Corea del Norte habrÃa disparado al menos un proyectil no identificado en el Mar del Este según la información proporcionada por el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, una cifra que la inteligencia japonesa cifra en dos misiles.
Este serÃa, por tanto, el segundo lanzamiento de Pyongyang en menos de una semana, después de que el domingo probará varios misiles de corto alcance, unas pruebas que según oficiales estadunidenses no violaron las resoluciones del Consejo de Seguridad.
El Ejército surcoreano no ha dado más detalles sobre el número de proyectiles ni de qué tipo eran, según informa la agencia de noticias Yonhap.
Mientras que la agencia de noticias japonesa Kyodo informa de que es probable que los proyectiles, que han sido lanzados desde la costa este de Corea del Norte sobre las 7.00 horas (hora local), no hayan aterrizado en suelo japonés.
Los lanzamientos del fin de semana han sido calificados como “pruebas normales” por parte de un alto funcionario de la Administración estadounidense. Por este motivo, no supondrÃan un impedimento para retomar la vÃa diplomática que la Casa Blanca espera establecer para avanzar en el desarme nuclear de la nación.
Las resoluciones de la ONU prohÃben a Corea del Norte llevar a cabo pruebas con misiles balÃsticos y le han impuesto duras sanciones internacionales para disuadirlo de seguir desarrollando cohetes que puedan ser equipados con ovijas nucleares. No obstante, no impiden el lanzamiento de misiles de crucero.
Corea del Norte no habÃa realizado este tipo de pruebas balÃsticas desde julio de 2020, cuando lanzó misiles de crucero antibuque frente a su costa oriental, y se trata de las primeras pruebas de este tipo que Pyongyang lleva a cabo desde que Biden asumió la Presidencia.
La semana pasada, el primer viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, aseguró que seguirÃan ignorando los intentos de Washington de establecer contacto hasta que haya cumplido las condiciones de Pyongyang –entre las que destaca retirar las sanciones–, algo que anticipa que cualquier diálogo o movimiento para lograr establecer una conversación sobre el programa de armas nucleares sigue estando muy lejos.