La cifra total de muertos a causa de Beryl en Estados Unidos subió a 8 tras el fallecimiento de siete personas en Texas y una en Luisiana el lunes, donde entró como huracán, causando inundaciones y destrozos, pero se degradó a depresión tropical.

En Texas, cuyas costas Beryl golpeó la madrugada del lunes, dos personas fallecieron por la caída de árboles en sus viviendas, según informó Ed González, sheriff del condado de Harris, jurisdicción a donde pertenece la ciudad de Houston. En su ruta por el Caribe la semana pasada el fenómeno ya había ocasionado otras 10 víctimas: tres en Granada, donde tocó tierra el lunes; dos en San Vicente y las Granadinas, tres en Venezuela y dos en Jamaica

El alcalde de Houston, John Whitmire, reportó otras dos muertes: una tras un incendio que pudo ser ocasionado por un rayo y la de un miembro civil de la Policía de Houston que quedó atrapado en una inundación mientras iba a trabajar. En tanto, en el área de Benton, Luisiana, una residente murió después de que un árbol cayera sobre su casa, producto del paso de la tormenta, dijo una autoridad local.

El lunes, Houston, con sus de 2.3 millones de habitantes y la ciudad más poblada de Texas, recibió lluvias intensas y ráfagas de viento. Múltiples inundaciones se registraban a lo largo de la ciudad. Árboles caídos sobre vehículos o interrumpiendo caminos, vías inundadas con autos atrapados, postes de energía caídos, escombros y destrozos eran parte del devastador escenario que Beryl dejó a su paso.

En el centro de Houston, en el parque Buffalo Bayou, varias áreas estaban completamente tomadas por el agua. Floyd Robinson, de 76 años suele venir siempre a caminar a este lugar.

“Estoy viendo más de este tipo de agua dañina que nunca antes. Estamos apenas a principios de julio y es muy raro que tengamos una tormenta de esta magnitud. Pero los meteorólogos nos han dicho que vamos a tener muchas”, comentó.

Rose Michalec, de 51 años, vive en la zona sur de Houston y este lunes los fuertes vientos derrumbaron la cerca de su jardín y la de varios de sus vecinos.

“Me desperté y luego vi la tormenta (…) Nos dimos cuenta de que las vallas estaban caídas. Para una tormenta de categoría 1, es bastante daño, es más de lo que esperábamos”, dijo.

Hay cortes eléctricos, tornados y se esperan temperaturas de 40°C
Millones de estadunidenses en el sureste de Texas se enfrentaban el martes a condiciones de calor brutal sin el alivio del aire acondicionado después de que la tormenta tropical Beryl dejara sin electricidad a una gran parte de la región. Unos 2.3 millones de hogares y empresas se quedaron sin electricidad, según Poweroutage.us, ya que se pronosticaba que las temperaturas superarían los 100 grados Fahrenheit (38 °C) durante el día, dijo el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).

“Sin electricidad en gran parte del sudeste de Texas después de Beryl, ningún aire acondicionado podría generar condiciones peligrosas”, dijo el servicio en su pronóstico para el área, donde se espera que alcance los 105 °F (40 °C).

Operarios trabajaban en la restitución del servicio, que puede tomar varios días, admitieron las autoridades. Equipos de trabajo empezaron a recoger escombros. El Aeropuerto Intercontinental George Bush de Houston adelantó que varios vuelos estaban siendo cancelados por el mal tiempo. Este lunes, el portal Flight Aware reportaba 1.169 cancelaciones en esta terminal.

Alertas de tornado se emitieron para sectores de Texas, Arkansas y Luisiana, que iban siendo desactivadas a medida que la tormenta avanzaba y perdía fuerza. Los servicios meteorológicos registraron cinco tornados en Texas este lunes.

Raymond Miller, de 46 años, residente de Houston, ha estado sin electricidad desde las 6:00 de la mañana del lunes, dejando la comida en su refrigerador incomible y a su perro jadeando.

“Hacía calor, me costaba dormir y la humedad hace que sea muy difícil respirar en mi departamento. Abrir las ventanas anoche no hizo nada, en cierto modo empeoró las cosas”, dijo Miller, que trabaja para una institución de educación superior en la zona.

Miller dijo que planea sentarse el martes con su perro en el vehículo con aire acondicionado, al que solo le queda un cuarto de tanque de gasolina.

Beryl, un huracán que perdió fuerza al tocar dos veces
Beryl, que en sus inicios hace una semana llegó a ser un potente huracán con vientos de 250 km/h, se degradó a tormenta tropical el último viernes tras tocar tierra en la Riviera Maya de México, donde dejó daños materiales. Pero la noche del domingo, en su trayectoria a Estados Unidos, volvió a tomar fuerza antes de ingresar a Texas.

El ciclón tocó tierra la madrugada del lunes cerca de Matagorda, un balneario localizado en el condado del mismo nombre, al suroeste de Houston, con vientos cercanos a los 130 km/h, encuadrándose como un huracán categoría 1 (con vientos de entre 119 a 153 km/h).

Como estaba previsto, perdió fuerza horas después de entrar en territorio continental y ahora es una depresión tropical.

“Beryl se mueve hacia el noreste a 26 km/h (…) En la trayectoria prevista, el centro de Beryl se moverá sobre el este de Texas el lunes, luego a través del valle del Mississippi hasta el valle de Ohio el martes y miércoles”, informó el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC).

“Los vientos máximos sostenidos han disminuido a cerca de 55 km/h, con ráfagas mayores. Se pronostica un mayor debilitamiento de Beryl se espera que el martes se convierta en un ciclón postropical”, precisó la entidad.

Beryl es el primer huracán de la temporada del Atlántico, que va de principios de junio a finales de noviembre, e impresionó a los expertos por la intensidad que alcanzó. Científicos creen que el cambio climático, que provoca mayores temperaturas del agua, favorece estas tormentas y aumenta las probabilidades de que se intensifiquen rápidamente.