Tras irrumpir en el edificio con varios alborotadores, Johnson tomó el atril y lo cargó en sus brazos, por lo que decidió tomarse una sesión de fotos que después publicó en redes.

Dicho atril era nada más y nada menos que de la presidente de la Cámara de Representantes.

Lo anterior volvió viral al hombre, lo que hizo más fácil identificarlo.

Fue así como el juez de la Corte de Distrito de Estados Unidos, Reggie Walson, le impuso a Johnson una multa de cinco mil dólares y realizar 200 horas de servicio comunitario.