Datos del Departamento de Trabajo de los EEUU publicados este miércoles 13 de julio muestran que el índice de precios del consumidor -que mide la inflación- subió 9.1% anual.

Además la inflación mensual -de mayo para junio- fue de 1.3%, un nivel muy alto que no ocurría desde 2005.

La inflación aceleró, marcando un nuevo máximo no visto en la principal potencia del mundo en 40 años, desde finales de 1981.

Lo más marcado es el ascenso en los costos de la gasolina, vivienda y alimentos, extremadamente sensible para el aumento de todo lo demás, pues encarece el costo de vida.

En junio el precio de la gasolina quedó arriba de los 5 dólares promedio en junio. Los economistas pronosticaban en las encuestas que la inflación iba a cerrar a nivel interanual en 8.8% pero fue peor a lo esperado del mercado, lo cual habla de que la situación todavía no está bajo control.

Esto habla de que el país sufrirá más tiempo los elevados costos y pegará directamente en el bolsillo de los estadounidenses de manera prolongada, lo cual se traduciría en impacto económico para México y múltiples países del mundo.

Entre los factores aparece muy marcado el costo de los combustibles por la guerra entre Rusia y Ucrania, aunado a la crisis alimentaria pues los dos países son potencias productoras, especialmente de trigo.