Un juez estadounidense aplazó este jueves hasta marzo de 2022 el juicio de tres expolicías de Minneapolis acusados del asesinato del afroestadounidense George Floyd, para dejar que el proceso federal contra ellos siga adelante primero.

El exagente blanco Derek Chauvin, de 45 años, fue declarado culpable en abril de asesinar a Floyd el año pasado, en un caso que provocó una reflexión nacional sobre la injusticia racial y la brutalidad policial.

Un vídeo grabado por un transeúnte mostraba a Chauvin arrodillándose sobre el cuello de Floyd durante más de nueve minutos mientras éste estaba esposado boca abajo en la calle luchando por respirar.

Tres antiguos compañeros de trabajo de Chauvin -Tou Thao, de 35 años, J. Alexander Kueng, de 27, y Thomas Lane, de 38-, que participaron en la detención mortal de Floyd, iban a ser juzgados a partir del 22 de agosto por ser cómplices de asesinato.

Pero un gran jurado federal acusó la semana pasada a los cuatro hombres de delitos contra los derechos civiles en relación con el asesinato de Floyd.

La acusación federal culpa a los exagentes de privar a Floyd de su derecho constitucional “a no ser sometido a un uso irrazonable de la fuerza” por parte de la policía, entre otros cargos.

En una audiencia procesal celebrada el jueves, el juez Peter Cahill dijo que los cargos federales eran “mucho mayores” y que tenía “más sentido que el caso federal siguiera adelante” primero. En consecuencia, aplazó el inicio del juicio de los tres expolicías hasta el 7 de marzo de 2022.

En Estados Unidos se permite el doble enjuiciamiento a nivel estatal y federal, pero es relativamente raro, lo que pone de relieve la importancia de este caso, que desencadenó una ola masiva de manifestaciones nacionales el pasado verano boreal.