Angola decidió retirarse de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) por desacuerdos sobre las cuotas de producción, considerando que es el momento de “concentrarse más” en sus propios objetivos, anunció el jueves su ministro de Recursos Naturales.
“Hasta ahora no tuvimos influencia sobre las cuotas, pero si permaneciéramos en la OPEP, sufriríamos las consecuencias de la decisión de respetarlas”, explicó Diamantino de Azevedo en la televisión pública TPA. Angola se vería entonces “obligada a reducir su producción”, añadió.
“Es la decisión de un país soberano. Siempre hemos cumplido nuestro deber, pero Angola considera oportuno marcharse. Creemos que llegó el momento de que nuestro país se concentre más en sus objetivos”, justificó, agregando que la decisión no fue “tomada a la ligera”.
Angola estuvo muy activa, “pero nuestro papel dentro de la organización ya no nos parece pertinente”, declaró. “Los resultados actuales no sirven a nuestros intereses”.
Pese a los nuevos recortes anunciados en noviembre, los precios del crudo siguen estancados en su nivel más bajo desde junio (entre 70 y 80 dólares el barril), aunque se mantienen por encima de la media de los últimos cinco años.
La OPEP y sus diez aliados de la OPEP+ parecen haber perdido su influencia, entre las discrepancias, la competencia estadunidense y la agitación ante la emergencia climática.
A finales de noviembre, Angola y Nigeria, los dos pesos pesados petroleros del continente africano, mostraron su descontento por sus cuotas durante la última reunión ministerial del cártel, que fue de hecho aplazada por desacuerdos.
Fundada en 1960, la OPEP, con 13 miembros liderados por Riad, formó en 2016 una alianza con otros 10 países, incluida Rusia, llamada OPEP+, con el objetivo de limitar la oferta y sostener los precios ante los desafíos que plantea la competencia estadunidense.