Sídney, 14 de diciembre de 2025 — Un ataque armado ocurrido este domingo en la popular playa de Bondi Beach, en Sídney (Nueva Gales del Sur, Australia), dejó al menos 16 personas muertas y decenas de heridos, según confirmaron las autoridades policiales y de seguridad australianas.

El incidente se produjo en la tarde del domingo durante una celebración pública denominada “Janucá junto al Mar” que conmemoraba el inicio de la festividad judía de Hanukkah y a la que asistían cientos de familias y miembros de la comunidad judía local.

La policía estatal y federal confirmó que dos hombres armados abrieron fuego deliberadamente contra los asistentes, en lo que fue calificado por las autoridades como un “acto terrorista dirigido contra la comunidad judía”. Uno de los atacantes murió en el lugar, mientras que el otro fue detenido y se encuentra bajo custodia médica en estado crítico.

Las víctimas incluyen personas de distintas edades, entre ellas una niña y varios adultos, y la cifra de heridos supera la treintena, muchos de ellos hospitalizados con heridas de gravedad.

Respuesta oficial y contexto

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, describió el suceso como un acto de antisemitismo violento y terrorismo, y expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias. “Australia no se rendirá ante el odio, la violencia ni la división”, afirmó en una declaración oficial emitida tras el atentado.

Autoridades locales precisaron que la Policía de Nueva Gales del Sur activó unidades antiterroristas y amplió la presencia de fuerzas de seguridad en puntos clave de la ciudad para prevenir posibles incidentes adicionales.

Reacciones internacionales

Líderes y organizaciones internacionales condenaron enérgicamente el ataque. El presidente de Israel calificó el ataque de “cruel atentado contra judíos en un día sagrado”, mientras que organismos de derechos humanos expresaron su consternación y llamaron a redoblar esfuerzos contra el antisemitismo.

El atentado ha generado profundo impacto tanto en Australia como globalmente, reabriendo el debate sobre la seguridad en eventos públicos y el aumento de incidentes de odio dirigidos a comunidades religiosas.