El presidente Joe Biden advirtió el jueves a las gasolineras que no deben aumentar artificialmente los precios, en momentos en que se produce una escasez temporal debido al hackeo de un importante oleoducto.
“No se aprovechen, y lo repito, no se aprovechen de los consumidores en este momento”, declaró Biden en la Casa Blanca. “Nadie debe estar lucrando indebidamente con esta situación. Eso es lo que hacen los hackers. Así son ellos, nosotros no somos así”, añadió.
El oleoducto operado por la empresa Colonial Pipeline fue apagado temporalmente debido a la invasión de sus redes cibernéticas, pero reanudó funciones el miércoles. El hecho presentó un nuevo desafío para la presidencia de Biden, que ya ha tenido que encarar una pandemia, una recesión económica, un aumento de niños migrantes en la frontera sur, la retirada de tropas de Afganistán y acontecimientos internacionales que podrían llevar a una guerra.
El gobierno entiende que la situación conlleva una serie de riesgos políticos y económicos: las imágenes de automóviles esperando en gasolineras podría la entorpecer la agenda política de Biden e incluso poner en riesgo la mayoría demócrata en el Congreso.
Biden expresó esperanzas de que el oleoducto reanudará operaciones normales para la semana entrante y enfatizó la importancia de mejorar la infraestructura del país, mencionando el plan que a ese respecto propuso con un gasto público de 2,3 billones de dólares. Aseguró que su gobierno tomará medidas para evitar futuros hackeos, pero no divulgó si la compañía Colonial Pipeline pagó un rescate.