El hombre acusado de tirotear y dejar heridas a 10 personas en el Metro de Nueva York a comienzos del año pasado se declaró este martes culpable de delitos de terrorismo, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Frank James, de 63 años, causó gran conmoción en la ciudad el 12 de abril de 2022, cuando dentro de un vagón de Metro en el que viajaba, durante la hora punta de la mañana, lanzó dos bombas de humo y disparó indiscriminadamente contra los ocupantes.
No hubo fallecidos, pero 10 personas resultaron heridas por balazos y otras tuvieron que ser atendidas por inhalación de humo.
James, que fue arrestado un día después del ataque, se declaró culpable en un tribunal de Brooklyn de once cargos: uno de disparar un arma durante un delito violento, y otros diez -uno por cada víctima- de ataque terrorista contra un sistema de transporte colectivo.
“Mi intención era causar lesiones corporales graves a la gente en el metro. Aunque no era mi intención causar la muerte, era plenamente consciente de que una muerte o varias podrían ocurrir como resultado de mis disparos en un lugar cerrado como es un vagón”, declaró, según el canal ABC 7.
El hombre afronta una pena máxima de cadena perpetua si es condenado por todos los cargos.
El fiscal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, dijo que la declaración de culpabilidad es “un paso importante para hacer que James rinda cuentas y ayudar a que las víctimas de la violencia del acusado” puedan seguir adelante.
El ataque, el más grave registrado en muchos años en el sistema de transporte de la Gran Manzana, sembró el caos y paralizó el metro de la ciudad durante varias horas.
Según los fiscales, el acusado llevaba planeando el ataque desde 2017, cuando empezó a comprar armas y el disfraz que utilizó para simular ser un trabajador del metro, con chaqueta reflectante naranja y casco amarillo.
Sus motivos se desconocen, pero tenía un canal de YouTube en el que difundía teorías conspirativas y en el que había diatribas contra el metro neoyorquino y la criminalidad en la ciudad.
Además, contaba con un largo historial delictivo, pues había sido arrestado en nueve ocasiones en Nueva York entre 1992 y 1998 y otras tres veces en la vecina Nueva Jersey.