De acuerdo con New York Post, se trata del acuario Xiaomeisha Sea World que tras cinco años en remodelación, abrió sus puertas el pasado 01 de octubre de 2024 con una atractiva exhibición de un tiburón ballena, considerado como el más grande del mundo.
Sin embargo, los asistentes se sintieron “defraudados” cuando descubrieron que en realidad la ‘bestia marina’ era un robot controlado de manera mecánica, no un ejemplar real como pensaron que sería.
“Cuando escuché el nombre, estaba lleno de expectativas, pero cuando llegué, vi un tiburón ballena mecánico. No es nada interesante”, señaló un usuario en Xiaohongshu.
Tras esto el acuario informó, según medios locales, que su objetivo no es engañar a los visitantes con un ejemplar falso, sino mostrar un tiburón ballena sin caer en prácticas delictivas, debido a que su comercio está prohibido por ley en los países asiáticos.
A pesar de la declaración, en redes sociales usuarios aseguran que prefieren no ver “ninguno” a que presenten un robot.