El presidente francés, Emmanuel Macron, fue abucheado copiosamente este miércoles durante una visita a una ciudad de Alsacia (noreste) donde buscaba defender su plan de 100 días para superar la crisis provocada por su impopular reforma de las pensiones. En la pequeña localidad de Sélestat, los manifestantes lo acogieron entre cánticos de “¡Estamos aquí, estamos aquí!” y “¡Macron dimisión!”.

“Nunca vimos a un presidente con un gobierno tan corrupto como el suyo (…) Usted caerá muy pronto, ya verá”, le espetó un hombre canoso. “Alimenta usted ideas que no son correctas”, le respondió el presidente.

La reforma de las pensiones, aprobada por decreto y promulgada el sábado, provocan desde enero las mayores protestas contra una reforma social en tres décadas en Francia.

“No le pido a la gente que tome las decisiones complicadas por mí, seguiremos mejorando las cosas sobre las condiciones laborales”, le respondió a una joven. “Tengo 34 años, estoy realmente preocupada. Solo le pedimos una cosa, una señal de apaciguamiento, algo que no estamos viendo ahora mismo”, replicó la mujer.

No todo fueron críticas y algunas personas expresaron su apoyo. “¡Aguante!”, le dijo un hombre mayor al mandatario, que le respondió: “no se preocupe”. En la mañana, la policía hizo retroceder a un centenar de personas que protestaron con una cacerolada en Muttersholtz, otra localidad alsaciana, horas antes de la llegada del mandatario.

“No voy a dejar de hacer contacto porque haya gente que no está contenta. Todo el mundo debe expresarse libremente”, afirmó. “Las cacerolas no harán que Francia avance”, declaró Macron al comenzar su visita.

La reforma de las pensiones retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa. El lunes, Macron se dio “100 días de apaciguamiento, de unidad, de ambición y de acción” para relanzar su segundo mandato con nuevas medidas sobre migración, educación y sanidad.