La franquicia “Scream” ha perdido a dos estrellas esta semana, poniendo a la séptima película de la serie en un dilema creativo, según fuentes familiarizadas con el proyecto, un giro que ni siquiera Ghostface pudo predecir.

Variety reveló hace unos días que Melissa Barrera fue despedida por Spyglass, la productora de la película, por mensajes en las redes sociales que consideraba antisemitas por manifestar su apoyo a Palestina que sufre un genocidio a manos del Estado de Israel.

Poco después, la compañía recibió la notificación de que Jenna Ortega no regresaría debido a un conflicto de programación con la segunda temporada de su gran éxito de Netflix “Wednesday”, sin embargo, se especula que la actriz decidió rescindir su contrato en solidaridad con Barrera.

El director de la película, Christopher Landon, reaccionó a los acontecimientos que rodearon su salida. El martes publicó y borró una declaración en X que decía: “Todo apesta. Dejen de gritar. No era mi decisión”.

La salida de Ortega había obligado al equipo creativo a hacer algunos cambios, según personas con conocimiento de la situación, pero aún había esperanzas de que se pudiera convencer a la actriz para que volviera para hacer algún tipo de cameo.

Pero parece que eso ya no es posible. Otra fuente cercana a la franquicia lo ha negado, afirmando que Ortega nunca estuvo en la lista para la nueva película.

En tanto, James Vanderbilt y Guy Busick, los guionistas de las dos entregas anteriores de “Scream”, trabajarán ahora en un nuevo borrador que presentarán a los cineastas.