La violencia contra las mujeres y la precariedad de la seguridad pública expuestos en los filmes “Noche de fuego” y “Una película de policías” fueron los temas más premiados de la noche más importante del cine mexicano, el Premio Ariel.
“Me gustaría mandar un mensaje de cariño a todas las madres que están criando a sus hijos y que están sembrando semillas de esperanza, de libertad y de igualdad. Para todas ellas toda mi admiración, mamá esto también es para ti”, dijo Tatiana Huezo, directora de “Noche de Fuego” al recibir su séptima estatuilla de la noche.
El filme de Huezo sigue la violencia a la que se enfrentan tres niñas y sus madres en un pueblo mexicano azotado por el narcotráfico y sus implicaciones machistas, así como su lucha constante para mantenerse con vida.
El primer premio que recibió el filme estuvo en manos de Mayra Batalla por mejor coactuación femenina, seguido de Ricardo Arvizú a efectos especiales, mejor fotografía, así como mejor sonido, mejor maquillaje y mejor guión adaptado.
Seguido de Tatiana, el documental de Alonso Ruizpalacios fue el más premiado de la noche al recibir seis estatuillas para la mejor dirección, mejor actor por el trabajo de Raúl Briones, mejor actriz por Mónica del Carmen, mejor edición, mejor guión original y mejor documental.
El filme mezcla la ficción con la realidad de dos policías de la Ciudad de México y hace una denuncia de la corrupción existente en cuestiones de seguridad pública, así como la precariedad de sus trabajadores y el abandono y desconfianza por parte de la sociedad civil.
“La militarización no es el camino”, anunció Ruizpalacios en una de las ocasiones que se presentó en el escenario, en alusión a la decisión del Senado de la República de extender el trabajo del ejército mexicano hasta 2024.
“Los minutos negros” de Mario Muñoz Espinosa se convirtió en la tercera película más galardonada de la noche al llevarse tres premios de las ocho nominaciones con las que contaba, en las categorías de mejor coactuación masculina por el trabajo de Krystian Ferrer, mejor vestuario y mejor diseño de arte.
Filmes como “Cosas imposibles”, “Nudo mixteco” y “Blanco de verano” recibieron un reconocimiento.
Y promesas como “El diablo entre las piernas” del reconocido director Arturo Ripstein no tuvieron presencia en el escenario, pese a sus ocho nominaciones.
Equidad y feminismo
La ceremonia comenzó con el grito feminista de la cantante Vivir Quintana, con su himno “Canción sin miedo”, que interpretó junto a la rapera Ximbo, tema que formó parte del filme “Noche de fuego”.
“La ola feminista se convirtió en una marea para que pudiéramos ver la desigualdad, hicimos visible la violencia y el acoso a nosotras pero hoy el cine y los cineastas buscamos narrar de una visión mas humana a través de nuestras historias y nuestras voces”, mencionó Mabel Cadena tras el número musical.
El evento también contó con una serie de homenajes a directores como Felipe Cazals, Jorge Fons y Paul Leduc, que recientemente fallecieron y que fueron recordados por trabajar arduamente en mejorar la industria del cine en el país.
“Maestros que hasta hace poco participaban en nuestras reuniones acotaban opiniones se abrían al intercambio de opiniones, los extrañamos muchísimo”, dijo la presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), Leticia Huijara desde el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Además fueron recordadas figuras de la industria que fallecieron como Carmen Salinas, Fernando del Solar, Enrique Rocha, Manuel Ojeda, Octavio Ocaña, Cristobal Jodorowsky, Lourdes Grobet, o Vicente Fernández, entre otros.
Los homenajes a la trayectoria de personalidades de la industria fueron para la primera actriz mexicana Diana Bracho, quien resaltó el significativo avance que ha tenido el país en cuestión de participación femenina en el cine y resaltó que, pese a las dificultades que atraviesa la industria, el ímpetu creativo continua.
El segundo reconocimiento a la trayectoria lo recibió el especialista en sonido David Baksht.