Después de ventilar su vida privada en un mediático juicio en Londres, el actor Johnny Depp y su ex esposa Amber Heard volvieron el lunes a los tribunales, esta vez en Estados Unidos, para acusarse mutuamente de difamación.
El juicio en Fairfax, una pequeña localidad del estado de Virginia, cerca de Washington, comenzó con la selección del jurado, que debería extenderse durante todo el día.
Por la mañana, Depp y Heard llegaron al juzgado e ingresaron sin dar declaraciones.
Portando pancartas en las que se leía “Justicia para Johnny”, un pequeño grupo de fans se congregó en la entrada de la corte con banderas piratas en alusión a uno de los papeles más famosos del actor, el de Jack Sparrow en la saga Piratas del Caribe.
El caso que enfrenta a Depp, de 58 años, y Heard, de 35, será transmitido en vivo. Se espera que ambos rindan declaración, junto con los actores James Franco y Paul Bettany y el magnate Elon Musk, entre otras celebridades.
La demanda surgió de un artículo de opinión escrito por Heard y publicado en el diario The Washington Post en diciembre de 2018 en la que se describe a sí misma como una “figura pública que representa la violencia doméstica” y dice haber sido acosada por la sociedad después de sus denuncias de agresión.
“Hablé contra la violencia sexual y me enfrenté a la ira de nuestra cultura. Eso tiene que cambiar”, se titulaba el artículo.
La actriz no mencionaba a Depp, a quien conoció en 2009 en el set de Diario de un seductor y con el que se casó en 2015. Pero ya en 2016 había tratado de obtener una orden de alejamiento, para finalmente retirar los cargos como parte del acuerdo de divorcio, que se concretó en 2017.
Tras la publicación de este artículo, Depp, quien niega haber golpeado a su esposa, presentó una demanda por difamación contra Heard, reclamando 50 millones de dólares en daños y perjuicios.
“La insinuación del artículo de opinión de que el Sr. Depp es un maltratador doméstico es categórica y comprobadamente falsa. El Sr. Depp nunca ha abusado de la Sra. Heard”, dice la demanda.