“Las personas que no creen en los dragones, los dragones se las terminan comiendo desde adentro”, dice Valentín Muro, escritor y copresentador del podcast “Dame fuego” sobre “House of the Dragon”, parafraseando una obra de Ursula K. Le Guin.
Es su respuesta a la pregunta sobre si cree que alguna vez existieron aquellas bestias aladas con cara de reptil. La duda que puede asaltar a muchos en la vida real también fue una incógnita recurrente casi hasta el final de “Game of Thrones”. La reina Cersei Lannister y su consejo privado dudaron hasta último momento sobre la veracidad de los hijos escupe fuego de Daenerys Targaryen. Cuando la reina de los dragones llegó a Westeros sorprendió a todos con sus letales bestias y fueron fundamentales para el desenlace de la serie.
Tras un cierre que desencantó a muchos espectadores en 2019, en agosto de este año HBO estrenó la precuela “House of the Dragon”, que narra eventos ocurridos 200 años atrás de la historia original y se centra en la dinastía Targaryen con los feroces dragones como unos de los protagonistas. “Conocíamos solo tres previo a esto y eran muy parecidos entre sí. Ahora podemos ver una gran riqueza visual y de muchas formas, como podrían ser distintos especímenes de una misma especie”, sostiene Muro.
En una entrevista con la revista Wired, Miguel Sapochnik y Ryan Condal, productores ejecutivos y showrunners de la precuela, contaron que con los avances en la tecnología de efectos especiales y CGI lograron que fueran más vistosos y con más detalles. “Por ejemplo -dijo Sapochnik-, hay moscas sobre los dragones… ver esas pequeñas formas que dan vueltas alrededor, te da la sensación de que hay algo más real en este dragón de lo que parece”. Condal agregó que tienen “un rasgo distintivo de personalidad y un lugar dentro de la historia, porque son un hecho de la vida en este mundo. Tienen diferentes edades, tamaños, formas, siluetas y colores”. Una diversidad imaginada por el propio George R.R. Martin, autor de los libros y textos que inspiraron el universo audiovisual de “Game of Thrones”.
El resultado en pantalla es impactante. “A la hora de crear un dragón, al menos en “Juego de tronos”, se notaba que los tres que había eran más o menos el mismo, pero de diferente color. En este caso, hay cambios de diseño visual, de sonido y a nivel de creación. En el primer episodio ya se ven dos que son muy diferentes”, dice el analista cinematográfico Jordi Maquiavello.