¿Está en decaída el interés por las series de crimen verdadero? El acalorado debate sobre la nueva serie  “Dahmer – Monster: The Jeffrey Dahmer Story” de Netflix sugiere que el género debe evolucionar si quiere sobrevivir.

La serie de Ryan Murphy, con un título engorroso y protagonizada por Evan Peters en el papel de Dahmer, fue el programa nuevo más visto de la plataforma de streaming en su primera semana. Pero ha surgido una fuerte reacción en torno al hecho de que la serie no haya consultado a las familias de las víctimas, a pesar de que el programa se propone poner sus historias en el centro del drama.

Rita Isbell, cuyo hermano fue una de las víctimas de Dahmer, escribió de forma conmovedora sobre la experiencia traumática de ver su comparecencia ante el tribunal recreada en la serie de Murphy. “Incluso podría entenderlo si dieran parte del dinero a los hijos de las víctimas… Si la serie les beneficiara de alguna manera, no se sentiría tan dura y descuidada”, dijo.

Los miembros de la comunidad de homosexuales negros de Milwaukee, donde Dahmer vivía y elegía a sus víctimas, también se han opuesto a “Dahmer”, diciendo que su intención declarada de centrarse en las víctimas suena vacía. Y un miembro del equipo negro que trabajó en la serie ha tuiteado sobre el trato terrible, y supuestamente racista, que recibió en el set y sobre su “retraumatización” al ver el tráiler de la serie.

Al parecer, Murphy aún no ha respondido a las críticas de la serie, aunque Peters dijo en una entrevista anterior que la producción “tenía una regla de Ryan: que nunca se contaría desde el punto de vista de Dahmer. Como público, no simpatizas con él”. Pero eso no ha frenado la inquietante tendencia de los espectadores a desear al actor que interpreta al asesino en serie en TikTok y otras redes sociales (y en algunos casos, a compartir sus sentimientos por el propio asesino). La desconexión entre las intenciones declaradas por Murphy y el modo en que su serie ha sido recibida por la audiencia, apunta a un conjunto mayor de cuestiones éticas sobre el género en su totalidad.