El pueblo de Kakamucho, habitado sólo por gatos, necesita un guerrero que lo proteja con agilidad e instintos felinos, pero el héroe que le envían resulta ser el sabueso Hank, quien, para colmo, no tiene ningún entrenamiento en combate.
Los mininos prefieren ser invadidos por saqueadores que la ayuda de alguien que es diferente a ellos, por lo que el reto de Hank no sólo es cuidar la paz, sino romper prejuicios en la película El Perro Samurái: La Leyenda de Kakamucho, que se estrena hoy en cines del País.
Rob Minkoff, quien ha estado a cargo de filmes como El Rey León, se sentó una vez más en la silla del director, que compartió con Chris Bailey y Mark Koetsier, para esta cinta de animación, y la experiencia, compartió, fue magnífica.
“Trabajamos muy bien juntos. Fue genial porque la animación es un medio de colaboración y es maravilloso tener grandes artistas con quienes trabajar”, manifestó el también productor durante una entrevista concedida a Europa Press.
Uno de los mayores retos que enfrentó el equipo a la hora de crear esta aventura de acción fue la pandemia de Covid-19.
“Todos los artistas tuvieron que trabajar desde casa y no pudimos pasar tiempo juntos. A pesar de eso, funcionó muy bien”, comentó el realizador de Stuart Little, Un Ratón en la Familia.
Además de estar orgulloso del “increíble reparto” del filme, la cinta de animación tiene un claro mensaje de tolerancia, según Minkoff.
“Esta película trata de conocer a alguien que no es como tú y descubres que, en el fondo, esa persona merece la pena y no importa que sea diferente. Puedes aceptarla tal y como es, y creo que ese es un mensaje muy importante para todos nosotros”, afirmó el cineasta.
En El Perro Samurái: La Leyenda de Kakamucho, Hank (Michael Cera), un sabueso que está en las últimas, se encuentra en un pueblo lleno de gatos que necesitan un héroe que les defienda del maligno plan de un despiadado villano, Ika Chu (Ricky Gervais), que desea que el pueblo desaparezca del mapa.
Con la ayuda de un maestro en artes marciales, Jimbo (Samuel L. Jackson), que acepta entrenarlo a regañadientes, el can tiene que asumir el papel del samurái del pueblo y formar un equipo con los habitantes del mismo para salvar la situación. Pero hay un pequeño problema… ¡Los gatos odian a los perros!
Los actores Michael Cera, Samuel L. Jackson, Ricky Gervais y Kylie Kuioka prestan sus voces en la versión original de la película.
Empatizan con sus voces
Desde pequeño, Hank soñaba con convertirse en samurái, pues fue salvado por uno de ellos, pero al llegar a pedir entrenamiento, Ika Chu le concede el título de guerrero, ya que en realidad quiere que el poblado de Kakamucho, el que se supone salvará sea destruido.
“El mensaje más fuerte de este guion es ser inclusivos, al empatizar nos damos cuenta de muchas cosas. Los perros y los gatos ni siquiera es que se lleven mal, pero es algo que aprendieron desde muy pequeños”, reflexionó en entrevista Faisy, quien da voz al gato Ika Chu en el filme El Perro Samurái: La Leyenda de Kakamucho.
El gobernante quiere extender su palacio y le estorba este lugar, por lo que envía un perro para que fracase en la misión, sin esperar que este hará todo por ganarse la confianza de los habitantes.
“Hank camina por la vida esperando lo mejor de las personas, nunca juzga a nadie. Mientras vas creciendo empiezas a juzgar más porque vas agarrando experiencia y la película es un recordatorio de esperar lo mejor de la gente hasta que te comprueben lo contrario”, compartió Juanpa Zurita, que da voz al can.
Prácticamente nadie apoya al nuevo defensor, excepto su maestro Jimbo, un samurai autoexiliado por remordimientos pasados, y la pequeña Emiko, quien demuestra que un héroe puede tener cualquier tamaño.
“A pesar de su inocencia, es una gatita sumamente fuerte, líder, entrona y arriesgada. Su ternura la lleva a recibir de bonita manera a Hank desde el principio, como debería de ser en nuestra sociedad. Estoy muy agradecida porque sea mi primer doblaje”, compartió Karla Díaz, integrante de JNS.
Los famosos que prestan sus voces a la historia valoran que todos los personajes se equivocan y no siempre obran bien, por lo que incluso Hank tendrá que aprender a lidiar con la fama, elemento con el que empatiza Juanpa Zurita.
“Cuando estaba más chavito, empecé a ser independiente económicamente y me empezaron a reconocer. Tuve unos seis meses justo después de la preparatoria donde me creí el rey del mundo y estaba sentado en un poni”, resaltó el influencer.