En Tamaulipas empieza a sonar cada vez más fuerte el regreso de las policías municipales. Un tema que, aunque puede parecer buena idea, también levanta muchas dudas.
Hay que recordar que las policías municipales fueron desapareciendo poco a poco entre el 2011 y 2012 ( en los tiempos de Egidio y Cabeza de Vaca) porque estaban infiltradas por el crimen organizado. Era un secreto a voces que muchos policías trabajaban más para los delincuentes que para la gente. El Estado perdió la confianza en ellos y se apostó por una sola corporación estatal: primero fue la Policía Estatal Acreditable, luego la Policía Estatal y ahora la Guardia Estatal.
El problema es que muchos municipios, sobre todo los pequeños o alejados, se quedaron sin policías propias. Dependieron por completo del Estado o de las fuerzas federales, y eso ha generado vacíos de seguridad.
Tras la reunión regional de seguridad que se llevó a cabo en Ciudad Victoria, el gobernador Américo Villarreal planteó el regreso de las policías municipales, informó que ya hay municipios como Reynosa, Matamoros, Tampico, Madero y Altamira que están comprando patrullas, equipando a sus elementos y operando bajo un modelo mixto: policía municipal, pero coordinada con la Guardia Estatal.
Mientras que otros como Victoria, dicen no tener recursos para invertir en ello, vaya, ni si quiera han puesto el tema en la mesa por que les costaría hasta 6 millones de pesos mensuales.
La de regresar los cuerpos policiacos municipales es buena, tener más presencia local, responder más rápido, estar más cerca de la gente. Pero ¿cómo evitar que vuelvan a infiltrarse?
Esa es la gran pregunta. Si regresan las policías municipales, no se trata solo de volverlas a activar, sino que hay que reconstruirlas desde cero. Con policías bien capacitados, con exámenes de confianza, con buenos sueldos, supervisión constante y sin margen para la corrupción. Solo así pueden funcionar.
Todavía falta mucho. Se necesita dinero, infraestructura, academias, voluntad política y cero tolerancia a los malos elementos pero mas vale hacerlo bien y tomar tiempo a repetir errores que ya nos costaron demasiado.
¿No cree usted?
Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales.