-¿Y por qué no he de enamorarme de nuevo?
-Porque esa etapa ya la viviste, ahora vives el amor que has construido con el paso del tiempo.
-Sí, pero siento que al amor le hace falta la emoción, es necesario sentir cómo el corazón palpita de nuevo a un ritmo acelerado, cuando ella te mira por la misma razón, que es la de estar enamorado; es necesario tener viva la ilusión del cabal cumplimiento de la promesa callada, que no requiere de una explicación al inevitable encuentro, y que en uso de la ocasión, no exige nada por cierto, porque se siente en el alma, el deseo de la consumación de lo que se quiere en ese preciso momento.
-Eso de lo que me hablas, es lo que llaman pasión, y es de entender la razón, por la cual se acaba, por eso, es el amor la verdadera misión que lleva a las almas a disfrutar de lo eterno.
-Tal vez estés en lo cierto, más no veo el por qué la pasión, sea vista como un desacierto cuando llega el amor, pues la pasión hace la diferencia, muchas veces en sentirse vivo o sentirse muerto. Un vivo apasionado, vive siempre enamorado del amor, por eso, no estoy de acuerdo en que la pasión se termine cuando el hombre o la mujer dejan de tener la vital energía para que el cuerpo se active, ya sea al más sutil roce, en cada mirada discreta, o por la boca entreabierta que desea ser besada.
-¿Pero te das cuenta de lo que dices? ¿Acaso no recuerdas que el pecado capital se cometió por desear el mal que al hombre asechaba?
-Dios no hubiese creado a la mujer, si no fuera buena, como todo lo que había, hasta entonces creado, en eso, en eso creo que estas equivocado, mas recuerdo haber visto citado en el libro sagrado, que la causa del pecado fue una serpiente, que con inocencia aparente, engañó a la mujer, para que el hombre fuera embrujado por una cuestión diferente; la pasión por lo tanto, es un fin al amor agregado, para mantener más que unido, diría yo fusionado, el vínculo divino por Dios acordado: “Y los dos no compondrán sino una sola carne: de manera que ya no son dos, sino una sola carne” (Mc 10:8)
-Pero, estarás de acuerdo conmigo que el tiempo no es un amigo de la pasión existente, pues cuando menos lo esperas, todo terminará de repente.
-El tiempo, querido amigo, no es un problema cuando se está enamorado, Jesús, mi maestro y Señor, me ha enseñado que el que ama con fervorosa pasión, por amor, vivirá eternamente.

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