En la recolección de las 150 mil firmas para aprobar la primera fase del procedimiento para elegir a las cartas presidenciables del Frente Amplio por México, arrojó un dato interesante, Xóchitl Gálvez Ruiz quien obtuvo la mayor votación, el 79 % de las firmas que logró son de apoyo ciudadano; mientras que Santiago Creel Miranda sólo el 32 % de los apoyos logrados provienen de ese mismo sector.
En otras palabras, Creel tuvo mayor respuesta (68 %) entre el panismo que Xóchitl, lo cual es comprensible, porque si bien la senadora proviene del PAN, sólo el 21 % de las firmas que la favorecieron son azules, eso ocurre porque no tiene una trayectoria dentro del partido, pero a final de cuentas es el voto ciudadano el que va decidir en los comicios constitucionales.
De los cuatro perfiles finalistas la de menor presencia panista es Xóchitl, sin embargo figuras importantes de la corriente albiazul le han dado su apoyo de manera pública, entre ellos Josefina Vázquez Mota, Ernesto Ruffo Appel, el expresidente Vicente Fox Quesada y Germán Martínez, aunque este último renunció recientemente a Acción Nacional.
Otro dato interesante en esta primera etapa de la competencia es la respuesta de la militancia priista, que respondió a Beatriz Paredes Rangel con 174 mil 962 firmas, provenientes de su padrón que asciende a 304 mil 523 militantes.
Esta es sólo la primera fase, hay un camino largo por recorrer para llegar a la selección final y obtener el nombre de quien será el candidato del Frente Amplio por México.
AL BORDE DEL INFARTO EL TRANSPORTE PÚBLICO
Desagradable pero auténtica fue la frase que José López Portillo pronunció en un informe de gobierno, al referirse a los negativos que heredó del gobierno que le antecedió, y lo dijo así: “por donde le apriete sale pus”, con ello quiso decir lo enfermo y contaminado que estaba el sistema que había heredado. Algo similar le está ocurriendo al actual gobierno que preside Américo Villarreal, necesidades de obras hidráulicas, de equipar hospitales y concluir los que están en proceso, entre muchos otros temas, y el más reciente es el transporte público de todo el estado.
El primer paso es evaluar las condiciones actuales y en ese sentido la Subsecretaría del Transporte Público del Gobierno de Tamaulipas realizó una valoración de las 4 mil 500 unidades que están vigentes en el padrón estatal, de las que concluyó que sólo el 14 % cumplen con la ley, en lo que se refiere a los 10 años de antigüedad, el resto supera ese límite y las hay que con 20 años de servicio.
Comprendemos que esta tolerancia del gobierno en diferentes tiempos ha sido para evitar dejar a pie a los usuarios; ser riguroso en la aplicación de la ley paralizaría el servicio
Obviamente ese desfase de 20 años en la renovación del equipo, tiene consecuencias no sólo en lo que respecta a la movilidad de los usuarios, sino a los efectos contaminantes que impacta a todos, no sólo a quienes utilizan ese servicio. De ahí que los ofrecimientos de créditos y bonos económicos a los concesionarios para la renovación de sus equipos esté condicionado a la adquisición de unidades eléctricas.
La dependencia citada, está ofreciendo capacitación a los concesionarios para organizarse como empresa y ser susceptible de acceder a créditos con instituciones como Banobras, Nacional Financiera y otros organismos bancarios mundiales.
Aun así, el tema no es fácil de resolver, porque las unidades “chatarra” calculan ser tomadas en cuenta con un bono económico equivalente al 15 % de las unidades que estarían adquiriendo.
La operación de un servicio de transporte público eficiente necesita ser financiado parcialmente por el gobierno, es el caso de la Cd. de México, donde ya empieza a pesar ese apoyo económico en virtud del crecimiento constante de la ciudad.
La iniciativa de la Subsecretaría del Transporte Público del Gobierno de Tamaulipas es buena, pero tiene muchas aristas por resolver, cuando el sistema de transportación está al borde del infarto. Es una necesidad urgente pero no fácil ni mucho menos rápida de resolver, pero estamos en un inicio que tendrá que arrojar por lo menos un nuevo planteamiento, con el reconocimiento de una problemática y el principio de la búsqueda de soluciones.
En las que por cierto, no debe dejarse de lado, un cambio de mentalidad en las nuevas generaciones sobre el uso de la bicicleta, y aquí también requiere la participación de las autoridades locales en cuando menos los 12 municipios más grandes de Tamaulipas.
Está ocurriendo en ciudades grandes como la de México y Guadalajara, donde puede usted observar la renta de bicicletas; los sábados dejan ciertas avenidas importantes para la circulación de esta clase de unidades y se prohíben las motrices, es en sí un cambio de cultura a largo plazo.