Mi vida no es siempre un triste lamento, si acaso, esto me ocurre en un momento en el que me acosa la soledad, y con ella, viene el indescriptible tormento, al sentirme alejado del único amor que me consiente y nunca tiene un argumento para dejarme de amar, porque siempre escucha lo que siento.

 

ME VES Y ME ESCUCHAS

Y el buen Señor se compadeció de mí,

al ver abatido mi ánimo por la tristeza,

y me dijo, en mi reino nunca consentí

que la luz divina le faltara a la nobleza.

 

Con gran sorpresa, su mención la recibí,

pensando que en mi corazón había dureza,

Señor, este humilde siervo no es digno de ti,

tiene mi alma demasiado peso y aspereza.

 

Mis acciones, no son lo que yo te prometí,

han provocado dolor a causa de mi torpeza,

no ha sido por falta el amor, siempre lo di,

tal vez fue por exhibir en mi ego la pobreza.

 

Y pensar que lo que amaba era sólo para mí,

fragmentando así mi espíritu por mi flaqueza.

teniendo mi alma tal quebranto como referí,

perdóname, para aspirar a tu amor con certeza.

 

enfoque_sbc@hotmail.com