No sé si ahora me estés mirando y con ello me estés leyendo, no me juzgues descuidado, mi vida de escritor no ha terminado. Dicen que todo cambio es bueno, siempre y cuando no te asuste el trueno que produce el desconsuelo de haberte sentido abandonado. Me fui por eso caminando al desierto sintiéndome más que humillado, me acosó la tristeza por ser menospreciado, pero llegó un momento en que me sentí iluminado al sentirme, Señor, por tu amor consolado.

A DONDE VAYA

Solo a ti caro lector, le debo una explicación,

porque siendo poeta de probada vocación,

sólo por cuestión de orgullo y convicción,

no te avisé con oportunidad en la ocasión,

que meditar debía, por motivo de ofuscación.

Sólo soy dueño de mi propia inspiración,

y eso, es poco para quien tomó la decisión,

de trastocar la armonía de mi delicada misión,

de mostrar un mundo alejado de frustración,

animando al espíritu a buscar su redención.

Para quienes conocen de valores del corazón,

escribo la amena rima moderando la emoción,

esperando que a donde vaya me siga la razón,

para llenar la vida de fe, esperanza y de pasión.

Por mi ausencia inesperada les pido el perdón.

Correo electrónico:

enfoque_ sbc@hotmail.com