Y todos me miraron con el deseo de saber, cómo podían sanar de sus padecimientos de ayer, que los tienen sin entender, por qué el dolor resulta ser hoy la constante que arrebató a su vida el esplendor. La respuesta en palabras de mi Señor, se te olvidó como debes amar.
VOLVER A AMARTE
¿Por dónde empezar? ¿Por dónde?
Después de tanto tiempo, tal vez, por el principio;
por el amor que le dio sentido a nuestras vidas,
por aquella mirada tímida y discreta,
que nos llenara de ilusión, e iniciara la promesa.
Por las palabras que desbordan la ternura,
de un corazón entusiasmado, que late apresurado
y salir quiere del pecho, de este hombre enamorado.
Por la suave caricia, que al más sutil roce de tus manos,
invita al más íntimo contacto, para emocionado, iniciar
el dulce y callado diálogo, entre dos enamorados.
Por el beso, el de inicio suave, y que ansioso
se va profundizando, hasta llegar a ser el más apasionado,
el que permite a nuestras almas salir de nuestros cuerpos,
y juntas empezar el viaje tan deseado.
Por el abrazo cálido, trémulo de ternura,
que fusiona nuestros íntimos deseos, a un ritmo acompasado,
hasta vernos centellantes como estrellas en el cielo.
¿Por dónde empezar?…
por decirte de nuevo que te quiero,
y decirte que no ha podido el tiempo, vencer
el amor, ni la pasión que le exige el cuerpo.
Por pedirte perdón por mis ausencias,
por la consecución de tantos olvidos,
por lo cruel de las rutinas.
Por hacerte saber todo lo que siento
y pedirte también, que me des a conocer,
si por todo aquello que dejé de hacer en el ayer,
has dejado de quererme.
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