Hay momentos en el amor, en que puedes por insensatez sentir coraje, gritas, te desesperas y despotricas, pero, pasando el dolor, después de un buen arbitraje, los amantes regresan a la vida todo su colorido y su esplendor.
INSENSATEZ
Si la madurez es frÃa,
no quiero pensar en la vejez,
porque se revela el alma mÃa,
a perder, por necesidad
de mi cuerpo, la tibia calidez.
Se pierde sin sentir
la preciada tolerancia,
dando paso en mi existir
a la inflexible e ingrata rigidez.
Se pierde también
en ocasiones la confianza,
y con ello, en los amantes
del ayer, la sensatez,
y en la hiriente discusión,
se va también el tierno amor
y la esperanza.
A la edad, la injusta culpa,
y no, a la vana
y arrogante estupidez,
que endurece el corazón
y rompe con la alianza,
del amor que nos unió
con ternura alguna vez.
A perder, a perder los dos,
que la actitud nefasta
traspasa nuestro ser
como filosa lanza,
y a llorar después,
por nuestra torpe
e injusta insensatez.
Si la madurez es frÃa,
que lo blanco de mi cumbre
llegue de una vez,
y que al paso del tiempo
como árbol seco, mi pasión,
mi amor y mi deseo,
a tus pies… a tus pies
como siempre,
mi vida entera se derrumbe.
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