Entre sueños y romance.
No es lo mismo pensar que estás aquí hoy conmigo,
a tener una relación soñada, que termine en romance,
pues igual, necesitas el calor del plácido y dulce abrigo
de unos brazos amorosos, cuando la fría soledad te alcance.
No es lo mismo soñar, que al verme te de gusto, y te rías y me río,
porque si al despertar de mi sueño sin ti, la tristeza renace,
y el sol que ilumina y calienta mi día, fenece, dejándome frío,
alejando el deseo de amarte, prolongando el dolor de mi trance.
No es lo mismo besar a la almohada, por mi loco desvarío
de tenerte a mi lado, y amarte, estando cerca a mi alcance,
que despertar llorando, buscando tu arrullo como un crío
que busca la paz de su alma dolida, y a tu alma bendita se afiance.
No es lo mismo pensarte, que soñarte con deseo y con brío,
no es lo mismo perderse en la nada, que encontrar el balance
en un corazón que ame y se encuentre en mis sueños con el mío
para despertar juntos por la mañana y reiniciar el romance.
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