Planear, diseñar, filosofar a favor de todas las personas en el mundo, desde la comodidad de escritorios, con apoyo de todo tipo de recurso y tecnología para utilizar cifras, estadísticas, herramientas de predicción, con salario de primer nivel, es la vida cotidiana de muchas organizaciones que encuentran las causas de los problemas socio-económicos, educativos y culturales y plantean soluciones acorde al nivel de ensueño en el que se desenvuelven.
Entre las dinámicas que Latinoamérica enfrenta están, el cambio tecnológico y la transformación en el mundo del trabajo; el acelerado envejecimiento, el flujo migratorio; cambio climático, contaminación y degradación del medio ambiente, la mayor frecuencia de desastres, y el necesario cambio a una economía ambientalmente sostenible.
Estos fenómenos se suman a un entorno difícil; escaso crecimiento económico e inversión social, pobreza y desigualdad. Después de una disminución de las tasas de pobreza y pobreza extrema entre 2002-14, estas aumentan y reducir la desigualdad de ingreso mundial se ha enlentecido.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, pone la igualdad, la dignidad y los derechos de las personas en el centro. El desafío asumido a nivel mundial, poner fin a la pobreza y el hambre en el mundo, combatir la desigualdad dentro de los países y entre ellos, construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de mujeres y niñas, y garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales; crear las condiciones necesarias para crecer en economía sostenible, inclusiva y sostenida, prosperidad compartida, trabajo decente para todos, teniendo en cuenta los diferentes niveles nacionales de desarrollo y capacidad. Este desarrollo social inclusivo, da papel protagónico a la persona en cuanto a derechos.
La Declaración de Copenhage destaca la necesidad de enfrentar problemas sociales; pobreza, desempleo y desintegración social, abordando fuentes de inestabilidad social; hambre crónica, malnutrición; problemas de drogas ilícitas; delincuencia organizada; corrupción; ocupación extranjera; conflictos armados; tráfico ilícito de armas; terrorismo; intolerancia e incitación al odio por motivos de raza, origen étnico, religión u otros motivos; la xenofobia y las enfermedades endémicas, transmisibles y crónicas.
Inclusión significa realización de los derechos, participación en la vida social, acceso a educación, salud y cuidado, a servicios básicos de infraestructura, disponibilidad de recursos materiales como ingresos y vivienda. Remite a un proceso de mejoramiento de las condiciones económicas, sociales, culturales y políticas para la plena participación de las personas en la sociedad, que tiene dimensiones objetivas y de percepciones. Centra la atención en la desigualdad y sus ejes; socioeconómico, género, raza, etnia, ciclo de vida y territorio.
La exclusión es la privación sistemática de recurso o reconocimiento que afecta a grupos e imposibilita participar en la vida social, económica, política y cultural. Se asocia con problemas sociales; pobreza, falta de oportunidad educacional y laboral y la discriminación. Es la ruptura de lazos sociales. Se expresa en barreras de acceso a recurso material, instituciones, espacios de participación, bienes, derechos o servicios fundamentales para la vida social.
Un mundo de ensueño
Planear, diseñar, filosofar a favor de todas las personas en el mundo, desde la comodidad de escritorios, con apoyo de…