“La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera”…

Horacio

En estos momentos, el Fiscal Especializado en el Combate a la Corrupción en Tamaulipas, se mueve en un mundo bizarro. Un mundo, de acuerdo a algunas definiciones de esa palabra, raro, extravagante y fuera de lo común.

Es claro el porqué de esta situación.

La noche del martes pasado, Raúl Ramírez Castañeda, titular de la oficina mencionada, posiblemente haya destapado una botella de champán para celebrar su victoria judicial tras ordenar un juez su restitución en el cargo menconado, el cual le había sido retirado por el Congreso tamaulipeco, argumentando una serie de irregularidades en esas labores.

Apenas unas horas después, el gozo al pozo: Otro juez dispensó una orden de aprehensión en su contra sui generis, porque en ella hasta anoche no se manejaban oficialmente en el mandato judicial los supuestos delitos por los que se busca privarlo de su libertad.

¿Omisión?…¿estrategia jurídica?…¿acuerdo bajo la mesa?

Es difícil entender este tinglado para un lego en la materia como es quien esto escribe, pero resulta extraño que como si se siguiera un guión, en el primer acto se le beneficia al Fiscal con un dictamen y en el segundo acto le jalan el tapete para hacerlo caer nuevamente.

Será muy interesante conocer cuál será el tercer acto de esta tragicomedia de tribunales, pero apelando a la memoria de ese tipo de litigios manejados en Tamaulipas, es histórica la serie de fracasos sufridos por Ministerios Públicos, Directores de Averiguaciones Previas, Procuradores y supuestos consejeros jurídicos del Estado en los escritorios de los jueces, en especial los del orden federal, quienes es fama pública se pitorreaban –tal vez aún lo hagan– de los expedientes que les remitían las autoridades estatales y aplicaban humillantes regañizas a los agentes del MP.

Hasta ahora, todos los indiciados en los procesos iniciados por la Consejería Jurídica del Estado –funcionarios en la administración de Francisco García Cabeza de Vaca– gozan de cabal libertad. Cargan sobre sus hombros un lastre de denuncias y acusaciones que parecerían una piedra en el cuello para hundirlos en una celda, pero que a los afectados les hace el mismo efecto que oir llover, dada la tranquilidad que exhiben. Tal vez sería acertado apuntar lo que decía mi querida abuela paterna: A algo se atienen.

Para desgracia de la justicia, que clama por castigo a quienes abusaron a mansalva de sus puestos en el gobierno cabecista, esta historia parece ser recurrente, porque los presuntos responsables de esas tropelías han demostrado no estar mancos ni mucho menos y el balance en estos momentos sigue siendo a su favor.

Si esto fuera un partido de futbol, el marcador a su favor sería una goleada…

OXÍGENO PARA LOS TAMAULIPECOS

Ha sido una especie de bocanada de oxígeno en Tamaulipas.

En lo personal, el Festival Internacional de la Costa del Seno Mexicano provocó un reencuentro con la parte cálida, humana y bella que es necesario y hasta indispensable recuperar para buscar un equilibrio emocional que todos requerimos para no caer en la amargura.

Como dice la voz popular, “echarse un clavado” en ese entorno ha sido refrescante y nos ha mostrado que en forma paralela al deprimente mundo que es ahora esta tierra, coexisten expresiones que reconcilian con la humanidad y seré quizás radical en mi percepción, pero hasta con Dios.

Bienvenidas esas acciones, señor Gobernador Américo Villarreal, se agradece un poco de luz sobre la oscuridad que por tantos años hemos tenido que enfrentar los tamaulipecos.

Si esto sonó cursi, lo acepto. Son riesgos de decir lo que se siente…

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