Mis pequeños nietos José Manuel y María José, han pasado un buen tiempo con nosotros, porque sus amados padres trabajan, y cuando éstos terminan la jornada laboral, y acuden por ellos, muy educados los niños se despiden de sus abuelos; mas, me ha llamado mucho la atención la despedida de María, ella se espera hasta el último momento y acude a mi refugio literario, se para a escaso un metro de mi persona, y con un rictus de tristeza me dice: _Abuelo ya me voy; entonces yo giro el sillón, le dirijo un mirada de congoja y le digo: _¿Pero cómo que te vas mi niña? Y ella responde con voz baja y titubeante: _Es que ya vinieron mis papas por mí, pero te prometo, que mañana nos volveremos a ver, y ahora si jugaremos un rato. Dicho lo anterior la niña acorta distancia, me abraza y besa mi mejilla, y sale disparada al encuentro de sus padres. Como esta escena se repite todos los días sin ninguna variación, en cuanto a su expresión corporal y mensaje verbal, un día le pregunté qué sentía al hacerlo, y la niña respondió con una sorprendente seguridad: _Lo hago, para que nunca se te olvide que YO SOY tu nieta consentida. Otras tantas veces, este par de hermosos regalos de Dios, suelen esconderse de mí en cuanto escuchan que estaciono el auto, teniendo como cómplice a su abuela, a su tía Rita o a su nana, entonces, empiezo a buscarlos y finjo no encontrarlos preguntando: _Pero ¿dónde se habrán metido esto niños, y de inmediato María contesta: _¡AQUÍ ESTOY!; después me dirijo al estudio para elaborar el artículo periodístico, trato de armonizar el ambiente con música, y curiosamente, coloco en el minicomponente un CD que contiene una selección de áreas de ópera, y cuando me dispongo a escribir, resulta que empieza a fallar en algunos tiempos que se relacionan con algunos de los párrafos que estoy escribiendo, y al hacer una pausa en la escritura, se corrige el desperfecto del audio; como esto se repite frecuentemente, termino por cambiar de CD.
Con un poco de curiosidad, sin que denote una obvia paranoia, como jugando, empiezo a asociar algunas palabras que me parecen claves en todo este asunto y concluyo, que si realmente existe una conexión con otras dimensiones, es ésta, tal vez, una manera de encontrar una ruta para develar parte del misterio, pero si todo resulta ser parte de mi fantasiosa mente, tal vez detrás de esta ocurrencia, se encuentre un promisorio futuro como novelista. Usted ¿qué opina mi estimado lector?
Correo electrónico:
enfoque_sbc@hotmail.com