En Tamaulipas se ha confirmado la primer muerte derivado de las lluvias e inundaciones, un hombre que fue arrastrado por la corriente en Matamoros mientras intentaba salvar a su hija.

El saldo que se tiene hasta el momento es el de este padre de familia fallecido, pero además 28 ejidos incomunicados, al menos 600 personas en albergues, más de 30 colonias con evacuaciones preventivas en Tampico y Altamira, tramos carreteros totalmente cerrados en González, Xicoténcatl, El Mante, Aldama y hasta Ciudad Victoria.

La cresta del río Pánuco avanza y la alerta en la zona conurbada sigue activa. Se calcula que 36 colonias están en riesgo en Tampico, seis de ellas colindantes con el sistema lagunario del Chairel, que ya rebasa su capacidad.

La buena noticia es que hemos visto un apoyo inmediato por parte de la Federación en medio de esta contingencia; desde este martes, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, está en la zona sur del Estado, encabezando la revisión de daños junto con autoridades locales y estatales, y la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó su visita a Tamaulipas para este viernes, lo que ya de por sí envía un mensaje de respaldo.

Este tipo de ayuda la vivimos hace apenas unos meses cuando Reynosa vivió otra crisis por lluvias. Entre marzo y abril de este año más de 300 mil personas fueron afectadas por las fuertes lluvias en Reynosa y Río Bravo por lo que el Gobierno Federal destinó en ese entonces 98.5 millones de pesos para atender a familias damnificadas, además de la distribución de paquetes de enseres domésticos y 8 mil pesos por familia a través de la Secretaría de Bienestar y Sedena.

Así que lo importante es saber qué sigue para Tamaulipas ahora en esta nueva contingencia.

Recordemos que hoy ya no existe el Fonden, ese fondo que antes funcionaba como mecanismo automático para liberar recursos en emergencias, en su lugar, lo que hay es un programa administrado directamente por la Tesorería de la Federación y la Coordinación Nacional de Protección Civil, que sí puede destinar recursos federales, aunque primero tiene que haber una solicitud del Estado tras la evaluación de daños, que es lo que está ocurriendo en este momento.

Y ese debe ser el siguiente paso.

Que la presencia de la presidenta no se quede en un gesto simbólico, sino que traiga consigo el compromiso de apoyo económico federal, como lo hizo hace unos meses y se destine para reparar caminos, atender a familias afectadas, y sobre todo, modernizar nuestra débil infraestructura hídrica y urbana.

Estaremos pendientes

Que Dios los bendiga, gracias.

 

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