Según un análisis del Banco de México y el Instituto Nacional de Encuesta Geografía Investigación INEGI, la percepción que hay en las familias mexicanas en los 12 meses que transcurrieron y los 12 que iniciaron, la confianza es del 0.2 puntos. No hay confianza en que en el futuro inmediato hay augurios de mejoría en la economía de las familias. Se trata de un estudio que cada mes las dos instancias hacen un ejercicio en torno a la confianza de la población económicamente activa, es decir no comprende a los becarios ni los destinatarios de los programas sociales de la “Cuarta Deformación”.
Es un indicador relevante que sirve para interpretar desde la perspectiva electoral lo relacionado con el refrendo de mandato, pues aunque el estudio no lo señala porque no es la finalidad de este, la confianza se desvanece respecto a las políticas públicas, sociales y gubernamentales que se aplicaron en los 12 meses anteriores y que se aplicaran en los 12 meses posteriores.
De hecho el año anterior 2019, el INEGI en uno de sus indicadores informó que los consumidores se mostraban precavidos y que por ese motivo se observó durante ese año indiferencia en las adquisiciones de bienes. Por ello señaló una caída de las ventas de automóviles y otros conceptos propios para el hogar y la familia.
Al cierre del 2019, el INEGI reveló estudios, que reflejaban una actitud austera de los consumidores, pero sobre todo predominaba una cierta indiferencia de la población en el gasto de bienes imperecederos y perecederos.
Pues sin que alguna voz autorizada se advirtiera de la inercia económica nociva, los consumidores dejaron de comprar, aunque a nivel nacional 3 meses antes del cierre del año se argumentaba que la economía crecería por encima del 4 por ciento, asunto que no sucedió.
Esa desconfianza de la población en la economía también se manifiesta en otros rubros de vida de las familias, como es la política, lo social, lo religioso y lo cultural. Y a pasado a convertirse en un fenómeno estacional.
Pero como dice Doña Jose, la vergüenza es como la virginidad, se pierde una sola vez. Lo mismo se puede decir de la confianza y de otros valores importantes que forman parte de los decálogos que las familias y las personas crean, como un decálogo axiológico.
Lo cierto, es que los estudios y análisis del INEGI entra como daga en mantequilla por las deficiencias de la 4-D en cuestiones de análisis previos, presentes y posteriores respecto a temáticas importantes para el desarrollo integral del país.
En otro orden, hay versiones certeras en el sentido de que el gobierno federal creará su propio periódico y no será La Jornada. Es una práctica que parece relativamente nueva, pero que se aplica desde la época de la independencia y la revolución mexicana. Todo parece indicar que buscará revivir uno de los diarios extintos en la Ciudad de México, es decir, lo que fue el Periódico “El Día”, se convertirá en la vocería presidencial.
Que no es ningún delito, pues en esta entidad, surgió el periódico denominado “Vox Populi”, el dueño de esta empresa editora de origen reinosense pregona fuerte y quedito que tiene un convenio mensual superior a los 3 millones de pesos con el gobierno estatal. Quizá por ello la papeleta azul con blanco se regala a la población.
Lo mismo ocurrió el siglo anterior cuando las fuerzas políticas del general Garate Gobernador de Tamaulipas impulsa la creación de lo que hoy es el Diario de Victoria para extinguir El Heraldo de Aceves Carmona, debido a los ataques de estos tanto al ex gobernador depuesto Hugo Pedro González y al entrante, Garate, quien construyo el actual palacio de gobierno, por ello tiene forma de cuartel.
También el Periódico La Verdad se fundo para repeler algún ataque que la familia Cárdenas González en la paginas del Diario -que llego a esa familia como un regalo de boda de Cruz Contreras a un hijo de Don Enrique- emprendiera contra el ex gobernador Emilio Martínez Manautou.
Lo propio hizo el ex Gobernador Manuel Cavazos Lerma quien a través de su secretario de finanzas refaccionó la creación de El Expreso y, defenderse de un inminente golpeo del inmortal Grafico de Victoria, del memorable Don Guadalupe Díaz Jr.
Tomas Yarrington Ruvalcaba, quien por cierto, consiguió que un juzgado de Texas difiriera la primer audiencia hasta el mes de marzo de 2020, del juicio que enfrenta en Estados Unidos, no se quiso quedar atrás y adquirió junto con Fernando Cano acciones de El Expreso y La Razón. Además de las 9 estaciones de radio denominadas “Mi Radio”, una de estas había sido de Raúl Rodríguez Barrera “El Chupon” ex Alcalde en Miguel Alemán. Dicese en el medio extraoficial, que Yarrington se apropio de los equipos que adquirió para Radio Tamaulipas.
Eugenio Hernández Flores aparentemente es una “Alma de Dios”, pero también financió una agencia nacional de noticias y adquirió acciones mayoritarias de un Diario en el Estado de San Luis Potosí. Su segundo de abordo Raúl Camacho, desempeña actualmente el cargo de Coordinador de Comunicación Social.
Por ello hay una lista interminable de comunicadores y periodistas que timbran facturas al gobierno priísta de esa entidad, por concepto de paginas chayoteras que son alimentadas con información desde la región tamaulipeca.
Egidio Torre Cantú, a quien la raza le apoda “El Caín” fue congruente con sus compadres y amigos de los medios informativos, sí bien no compro periódicos pero si financio Diarios de la capital cueruda lo mismo que de Nuevo Laredo, Tampico, Reynosa y Matamoros .