La producción de maíz en 1980 en 6,766 miles de hectáreas rindió 12,374 millones de toneladas; en 2017, se cosechó 7,327 miles de hectáreas y se obtuvo 27,762 millones de toneladas, su rendimiento incrementó de 1.83 toneladas por hectárea a 3.79, avance importante que permite al productor acceder al mercado internacional.
Este ascenso es resultado de usar alternativas tecnológicas; fertilizante; riego; semilla mejorada; maquinaria y equipo; sanidad; asistencia técnica. El uso de fertilizante aumenta la productividad y evita aumentar la superficie agrícola, sin ellos se tendría que destinar más área a la siembra, permite conservar el suelo y evita su degradación; contribuye a más producción de materia prima para obtener energía renovable. La aplicación racional de fertilizante tiene efecto favorable y esencial para la fertilidad del suelo, rendimiento y calidad de la cosecha. Para su práctica es vital establecer el balance adecuado de nutrientes, considerando necesidades de la planta, características del suelo, resto de la cosecha anterior, condiciones agronómicas y climáticas, etc., para generar la dosis óptima de fertilizante que asegure la adecuada evolución del cultivo.
En México, por sectores, 77% del agua extraída se usa por la agricultura, por encima de 69% mundial. Este recurso beneficia 27% de la superficie, 6 millones de hectáreas. Por entidad, 24% se utiliza en Sinaloa y Sonora, pues disponen de importantes tierras de regadío. La mejora de las plantas se realiza por agricultores de todo el mundo a través de la selección por observación de caracteres deseables, y por cruza accidental. Todo esto propicia diversidad genética, aprovechada para obtener otros genotipos. Las variedades criollas, las obtiene el agricultor de su propia cosecha, selecciona las mejores semillas con base en sus características y las de la planta que la produjo. Este grupo se caracteriza por su adaptación a ciertas condiciones. En el maíz, hay variedades criollas para climas templados, tropicales y secos; la capacidad productiva de estas semillas es baja y se usa en agricultura tradicional, fundamentalmente para autoconsumo.
Maquinaria y equipo agrícola se desarrolla para realizar actividades de producción; tractores, rastras, sembradoras, niveladoras, trilladoras, cosechadoras, que se utilizan para las actividades de preparación del suelo, siembra, labores culturales y recolección de los frutos. Sanidad vegetal es la superficie sembrada que recibe programas de gobiernos federal o estatal, con labores para mantener áreas libres de plagas y enfermedades, cuarentenas, cordones sanitarios, entre otros. Se enfoca a prevención, control y erradicación de plagas y enfermedades que afectan a la agricultura, en un esquema productivo de cadena agroalimentaria (Mosca del Mediterráneo; Moscas de la fruta, del aguacatero; del algodonero; Ácaro de las Palmas; el Moko del plátano; la Roya del cafeto; Plagas del agave; y contra el pulgón amarillo del sorgo)
Asistencia técnica, se trata del área que cuenta con asesoría de personal para realizar en forma óptima labores que implican la producción de los cultivos; análisis de suelos, dosis recomendadas, fechas de aplicación de insumos, asesoría en la mejor forma de preparación del terreno, siembra, fertilización, riego y control tanto de plagas como enfermedades.