Desde mayo 2020 el peso muestra fortaleza. Ante este entorno los que optaron por comprar dólares en espera de una devaluación frente al dólar no han podido ver fruto de su inversión, han visto pérdida. Invertir en dólares tiene factor especulativo, la inversión en bonos mexicanos da rendimiento alto con riesgo considerablemente más bajo.

Hace 4 años planteando tres opciones de inversión usando como ejemplo cien mil pesos: habiendo invertido en dólares, tendríamos hoy $90,265, pérdida de 700 pesos. La decisión de invertir mes a cetes a 28 días arrojaría $130,027, ganancia de más de $3,000. La mejor decisión, comprar bonos a 5 años que hoy valdrían $130,300 pesos. En marzo y abril 2020 el dólar llegó a 25 pesos dando rendimiento espectacular para quienes se dedican no a invertir, a especular, algo fuera del alcance de la mayoría. A menos que surja otra pandemia global que golpee a los mercados financieros, en el entorno actual parece poco probable que vuelva a ocurrir una devaluación de esa naturaleza.

¿Por qué se mantiene fuerte? El factor que lo explica es el diferencial de tasas de interés entre México y EE. UU., actualmente de 600 puntos lo que es atractivo para los capitales extranjeros e implica mayor flujo de inversión de cartera hacia el país, mayor demanda de nuestra moneda y su fortaleza. El flujo de inversión por no residentes en valores gubernamentales mexicanos alcanzó en 2022, los 6,163 millones de dólares, cifra no vista desde 2019. Dicho factor es el impulso que han brindado los flujos de Inversión Extranjera Directa, los cuales han crecido a tasa media de crecimiento anual de 11% entre 2018 y 2022.

Dicho impulso podría extenderse en meses posteriores debido a dos factores: la inversión de Tesla en Nuevo León, la cual representaría el 29% de las nuevas inversiones, y el 14% de la inversión extranjera total que México percibió en 2022, y al nearshoring (traslado de la producción de un país a otro más cercano a la casa matriz de una empresa con el objetivo de reducir costos y mitigar el riesgo de interrupciones en las cadenas de suministro), el cual implica mayores flujos de inversión hacia el país.

“El que no conoce su historia está condenado a repetirla”. La historia y los hechos nos muestran que la mejor decisión es no pelearse con el superpeso y preferir las inversiones en super cetes.