¿Maki panista?
¿Maki priísta?
¿Maki morenista?
Las preguntas surgen naturales en el entorno político en el que se mueve la Presidente Municipal de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez.
Sus raíces siempre han estado en Acción Nacional y en ese establo es donde creció como legisladora y funcionaria federal hasta tomar el bastón de mando en esa frontera, pero ese origen no parece imponer límites en su quehacer público y un breve vistazo a sus actividades en ese terreno lo hace evidente.
Cuando senadora y ferviente panista, sostuvo un prolongado desencuentro con su par azul en ese momento y ahora gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, precisamente por compartir aspiraciones por el Poder Ejecutivo. En esa cámara fueron notorias sus simpatías y acercamientos a colegas tricolores, lo cual, tras su paso por una Subsecretaría de Salud nacional la llevó a integrar extraoficialmente en la alcaldía para la que fue reelecta, a un grupo de mujeres priístas que desde sus curules y posiciones gubernamentales le dieron sólido cobijo en la etapa que Maki soportó una larga escalada de violencia política impulsada desde la dirigencia blanquiazul en Tamaulipas.
Esos son sus orígenes y también su primera muestra de “aperturismo”.
Hoy los tiempos exigen, queda claro, una habilidad que antaño no era necesaria porque había un solo bloque dominante en el poder. Hoy, es indispensable el mimetismo, llamado por algunos “camaleonismo”.
Defínalo como quiera, pero la realidad es que en el presente un político que no es capaz de cambiar de colores o por lo menos de mostrar “afinidad” a otras tonalidades, es un político acabado, sin futuro. Mucho más en la débil posición de un alcalde.
Eso explica la foto de Maki en un “tweet” con el Presidente Electo Andrés Manuel López Obrador y por separado con José Ramón Gómez Leal, el mismo “JR” con el que compitió ferozmente por la jefatura de la comuna reynosense y con el que sostuvo tórridos enfrentamientos que lindaron en el insulto.
¿Son entonces esas fotografías y mensajes sólo una muestra de la capacidad mimética de Maki?
Debe ser parte de la explicación, porque hay que tener estómago para casi abrazar a quien días atrás satanizaba, pero en los hechos lo que la edil fronteriza está haciendo se llama de otra manera: Supervivencia.
Para nadie es un secreto que Maki acaricia en público y en privado la posibilidad de ser la candidata del PAN a la gubernatura de Tamaulipas dentro de 4 años. Desde hace tiempo trabaja para ese objetivo y el trienio que hoy encabeza le da el escenario y la justificación para continuar en ese sentido, por lo cual derribar puentes entre la nueva administración federal y con su “Top Man” en Tamaulipas no sería un error sino un intento de suicidio. Político desde luego.
No tengo ni la menor duda de que Maki seguirá en Acción Nacional. Es su cuna y sigue siendo el partido de sus amores, pero también se puede tener la certeza de que como buena exponente de la política moderna, hará lo necesario –ya hemos sido testigos– para conservar vivas sus expectativas de ser la inquilina sexenal del Palacio del 15 Juárez en Victoria.
Y todos sabemos que “lo necesario”, no tiene que ser siempre lo que dicta la moral o la ética…

¡QUÉ MAL ARRANQUE!
¿Así es como se debe conseguir la atención del nuevo gobierno federal?
¿Con gritos, sombrerazos y denuncias?
Por lo menos es lo que demuestra el caso del Foro de Paz que debía celebrarse en Tamaulipas el 22 de este mes, el cual se canceló y ahora, tras las presiones de los colectivos del Estado ha sido reprogramado para el próximo 15 de este mismo mes. Por segunda vez ningunean al Estado y lo meten “con calzador”.
No quiero ser agorero del desastre, pero como asienta la voz popular, “lo que mal empieza, mal acaba”…

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