Diría el presidente López, el asunto del agua me lo dejaron los gobiernos anteriores, y, ¿cuáles son las acciones emprendidas por la administración que preside para resolver?
Durante los primeros 4 años del sexenio el presupuesto asignado es de mínimos históricos entre 2019-22. Da un salto histórico a $75 mil millones en 2023 y en 2024 a $70 mil millones, muy engañoso, pues a las entidades se asigna 1.3% de la cifra.
Es inoperante lo que se asigna, $2 mil millones en 2022, para atender conservación biológica y ecológica (Conanp), lo forestal (Conafor), la vigilancia (Profepa), cambio climático (Inecc), investigación sobre el agua (IMTA), impacto de las energías fósiles (ASEA) y la biodiversidad (Conabio), y gastos administrativos de la Semarnat.
En 2024, Conagua recibirá 62 mil millones (mm), Semarnat 2.23 (mm), Conanp 983 millones, Conafor 2.67 (mm), Profepa 896 millones, ASEA 353 millones, IMTA 234 millones e Inecc 196 millones. La creación de Conagua (1989) y de la primera Ley General de Aguas (1992) fue obra de Carlos Salinas y se tomó como “caja chica” del presidente en turno. Recuérdese el incendio que ocurrió en el edificio de la Conagua en marzo 2019 que afectó los expedientes de miles de concesiones.
En abril 2023, el sistema operativo de la Conagua fue hackeado. El virus encriptó archivos de los últimos 15 años afectando los equipos de cómputo de delegaciones y subdirecciones en el país. El esfuerzo para limpiar de corrupción a la Conagua que comenzó en 2020 con la sustitución de cinco subdirectores no es suficiente, así que para dar integridad y capacidad operativa se debe separar a la Conagua de la Semarnat y revisar y restructurarla de manera íntegra.
Se debe dar al sector ambiental un presupuesto de 10 veces de lo que recibe para que esté a la altura de responder a decenas de miles de ciudadanos que defienden el patrimonio natural del país y su entorno ambiental. En México, de acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), han sido asesinados 168 dirigentes, líderes y militantes desde 2014, y 102 en el actual sexenio.
Lamentable que el presidente López no reconoce la gravedad de la crisis ambiental, “la desniega al decir, que agua hay mucha”. El cambio climático que no escucha, solo reconoce acciones, avanza rápido hacia más deterioro del necesario equilibrio del planeta para la supervivencia de la vida y México va en ese viaje, aunque el presidente López tenga “otros datos”.