Platicamos con Yhaleel Abdala (sin acento) acerca del gran reto que enfrenta como presidenta del PRI en Tamaulipas; reconoció que no es fácil, hará lo que pueda para mejorar los resultados pero sabe que su trabajo es titánico pues no están luchando contra un partido político sino contra la falta de credibilidad que los institutos padecen en general por sus errores.
Destacó los más de 400 mil votos de la pasada elección a pesar del arrastre que tuvo Andrés Manuel López Obrador en el país entero y confió en que en la próxima elección local puedan salir adelante por lo que invitó a la militancia a acercarse y trabajar en equipo.
Le cuestionamos su relación con Enrique Cárdenas, uno de los fuertes aspirantes a ocupar el puesto que ella ahora ostenta y justificó su ausencia a la toma de protesta por haberse realizado en un día hábil, lo que le impidió estar según por su responsabilidad como delegado de la SEGOB, de lo contrario hubiera estado ahí, sentenció.
Dijo sentirse preparada para el puesto sino no lo hubiera aceptado y haber sido elegida por consenso; confesó que su figura femenina sin duda representa un reto cuatro veces mayor que sí fuera hombre por el rol que a las mujeres les toca desempeñar fuera del ámbito laboral. Ella es empresaria en Nuevo Laredo en el ámbito educativo, negocios a los cuáles se dedicó después de haber perdido la elección al senado y además tiene a su cargo a su hijo “Wicho”.
Sobre el famoso color morado que la ha caracterizado en todas y cada una de sus campañas, lo que aquí hemos calificado como su intención de alejarse de los colores que identifican al PRI, dijo que va más allá de eso; “el morado es mi color preferido, me identifica y además tiene un significado espiritual”.
Finalmente, se deslindó de Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington con el argumento de que al perder su libertad perdieron sus derechos partidistas, pero alegó que no es un mal exclusivo del PRI sino que también han sido sentenciados ex gobernadores del PAN y PRD.
En conclusión vemos a una dirigente más entusiasmada cualquiera de los otros representantes de los partidos opositores lo que quizá podrá hacer la diferencia el próximo año.
Estamos en medio de un proceso electoral en donde se renovará el congreso local y por primera vez se aceptará la reelección de los diputados actuales, en menos de 60 días los partidos tendrán que haber convencido a sus candidatos y seleccionado a los mejores para enfrentarse al electorado, un electorado que ha cambiado desde la última contienda y que no permitirá que se juegue más con su voluntad.
Un electorado que ya ha despertado.
Que Dios lo bendiga, gracias

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