Apenas la Auditoria Superior del Estado boletinó que los ex alcaldes de Matamoros y Nuevo Laredo, como son Leticia Salazar y Carlos Cantú Rosas tuvieron deficiencias en el ejercicio fiscal en el que fungieron como ediles de ambas fronteras tamaulipecas y las reacciones mediáticas sobre todo en redes sociales se hicieron presentes, traducidas en ataques al secretario general de gobierno César Augusto Verastegui Ostos.
Pareciera que los ediles, sobre todo el de Nuevo Laredo, quien quedo fuera de la contienda interna del partido albiazul en el proceso para designar candidato a la gubernatura y que fuera desplazado por el ahora gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, no ha entendido que en base a las irregularidades detectadas por la ASE son suficientes para seguir los pasos de otros priístas que ya están vinculados a proceso penal.
Las deficiencias para comprobar casi mil millones de pesos por los que la Auditoria lo está requiriendo a él y a sus colaboradores cercanos, es un monto relevante que podría no alcanzar fianza, en caso de que la dependencia decida integrar un procedimiento enérgico en contra del ex edil.
Según trascendió en la Auditoria Superior, no han sido justificadas suficientemente las observaciones, si bien se cumplieron, pero el organismo auditor confirmó que algunas de las empresas no existen. Además, hay otras operaciones en las que habría otorgado contratos al margen de la ley.
Pareciera que lo que el destino le depara a Carlos Canturosas no es nada parecido a lo que espera a ex alcaldesa de la Heroica Matamoros, ya que su señor padre como es Ramiro Salazar ha cumplido al pie de la letra el “manual”, desde su llegada al Congreso Local ha mostrado ser un caballero, con el grupo en el poder.
En tanto, que los defensores del ex gobernador priísta Eugenio Hernández Flores promovió un amparo para no ser trasladado a un reclusorio de máxima seguridad, esto luego que la secretaria de seguridad pública solicitó a la federación internarlo en una cárcel de máxima seguridad.
Los amigos de ex gobernante consideran que la orden de aprehensión, el auto de formal prisión y el proceso que se le sigue carecen de peso y contenido jurídico. Y que los cargos en su contra son inventos, propios de la procuraduría y del fiscal anticorrupción.
Habrá que esperar cual es la respuesta de la federación, es decir, hay más de un amparo promovido por los defensores de Hernández, es esta la posibilidad para echar abajo los cargos y que el ex recupere su libertad. Sus amigos consideran que en breve estará en libertad.
Sin embargo, uno de los defensores, de los más picudos, reveló el sábado anterior a un grupo de reporteros que a Hernández Flores le espera un año en los separos donde permanece como presunto inocente. Esto debido a que la fiscalía tiene más sorpresas, es decir, más procesos en su contra.