1,500 expertos globales (mundo empresarial, gobiernos, comunidad internacional y sociedad civil) señalan varios riesgos para 2024. Las poblaciones más vulnerables sufren conflictos letales: condición climática adversa, inundaciones, incendios y sequías. El descontento social crece en países de polarización, protestas violentas, disturbios y huelgas. La constante es falta de confianza en gobiernos locales y procesos electorales.
El análisis se basa en 4 fuerzas: Calentamiento global e impacto a los sistemas del planeta (cambio climático) Cambios en tamaño, crecimiento y estructura de la población, Desarrollo de tecnologías, Concentración y fuentes de poder geopolítico. La polarización social está entre los tres riesgos principales en el mundo.
La polarización social y recesión económica están interconectados e influyen en los riesgos globales impulsando otros. Las divisiones ideológicas y geoeconómicas alteran la gobernanza. La cooperación está rota en un mundo fragmentado, aunque hay oportunidades para realizar acciones local o internacionalmente, individual o colaborativamente, y reducir el impacto de riesgos globales.
Falta de confianza en procesos electorales. La información falsa y desinformación desestabilizan la legitimidad real y percibida de los gobiernos vencedores con riesgo de político de violencia y terrorismo y erosión en la democracia. Desinformación y polarización social son de los riesgos más conectados entre sí, con potencial de amplificarse entre sí. La sociedad polarizada es proclive a creer en información (verídica o falsa) que confirme sus creencias, acentúa el proceso de polarización.
Se atraviesa transformaciones: inteligencia artificial y retos y riesgos inherentes a su regulación y utilización, el cambio climático, transformación en la distribución geopolítica de poder y transición demográfica. Además, se debe preparar para identificar, enfrentar y mitigar nuevos riesgos emergentes.
En México los riesgos principales que arroja el reporte son: recesión económica, la fragilidad del Estado, escasez de energía y de agua, la desigualdad, las actividades económicas ilícitas y la erosión en la cuestión social. Con denominación distinta, pinta de manera explícita la realidad que prevalece en el país en un entorno en el cual el gobierno se acomoda sin hacer esfuerzo por combatirla. Da la impresión de que le viene “como anillo al dedo”.