La búsqueda de desaparecidos es labor de mujeres en ambiente de agresiones e impactos a su economía y salud física y emocional, afirmó Amnistía Internacional (AI) México.

Revela la verdad del apoderamiento del crimen y la nula intervención en seguridad pública a pesar del gasto en materia y la militarización. Podemos entender porque los abrazos y no balazos; ¿temor, complicidad, repartición del pastel, impotencia? No deseo repetir estatus de abandono, pues la ocasión anterior Gattás se encabritó.

Se encuestó a 600 buscadoras: 97% enfrenta violencia y afectaciones. 45% indicó que ha recibido amenazas verbales o escritas, 27% ataques en redes sociales, 27% acoso por autoridades. 7% está adscrita al mecanismo de protección federal y 4% al local. Porcentaje muy bajo, acorde a los delitos que se denuncian ante las diversas Fiscalías, manto al crimen y modo de vida de plomo o dinero sucio de diversos servidores públicos.

AI México aseveró que entre 2011 y mayo 2025 han sido asesinados 30 familiares y allegados de desaparecidos, 16 eran mujeres. El año letal fue 2022 en que se registraron 6 asesinatos. Los estados con más casos son Guanajuato y Jalisco (3), Sinaloa y Sonora (2) La directora de la organización, Edith Olivares, citó que los resultados del cuestionario mostraron que 66% perdió su recurso económico.

Destacó que muchas mujeres estaban en situación de pobreza antes de perder su ser querido. 34% terminaron secundaria; 26% preparatoria y 17% universidad. 79% señalaron que se dedican al autoempleo, comercio o preparar comida en puestos y restaurantes. 73% sufren depresión; 72% insomnio y 70% deterioro de salud.

Enfermedades más frecuentes: Colitis, gastritis, diabetes, hipertensión, afectación a la tiroides, tumores, cáncer y problemas cardiacos. 69% expresaron sentir miedo. 14% reportaron haber sido víctimas de lesiones o ataques físicos; 10% tortura y 6% secuestro. Extorsión, 39%. 31% de las mujeres logró identificar prácticas de corrupción y 55% haber sufrido revictimización por parte de las autoridades.

Las respuestas muestran que las declaraciones desde el micrófono del pueblo son palabras frente a una lacerante realidad. México ni soberano ni de los mexicanos. La frontera con Texas es un cruel ejemplo del apoderamiento criminal en una región rica en gas natural. ¿Habrá huachicol?