Viene en unos días la fecha en que Francisco García Cabeza de Vaca entregue el documento al Congreso del Estado, que contiene el informe de actividades del primer año de su gestión al frente del Ejecutivo, y vendrán los análisis de rigor y los pronunciamientos.

Nunca podrá ni deberá un gobierno ser triunfalista y decir que estamos bien, que todo es miel sobre hojuelas, pero también es justo reconocer lo que se hace bien, entender que lo que no funcionó como se quería es perfectible, y encontrar las estrategias para mejorar los resultados, con la idea de que la nuestra sea una entidad dentro de los parámetros de progreso que todos deseamos en los rubros más importantes: Salud, Seguridad, empleo y otros más.

Ya el gobernador hizo algunos ajustes a su gabinete, por los resultados que le entregaron, y con el deseo de que mejore lo propuesto a los tamaulipecos aquel día que llegó a tomar posesión.

¿Qué escucharemos? Nos gustaría escuchar a un Francisco García crítico, sincero, que nos hable con la verdad y nos diga qué ha salido bien y qué no, qué se puede mejorar y que se replanteará en estrategias y más.

En seguridad, tenemos que destacar, por ejemplo, el hecho de contar con una policía para nuestras carreteras y el incremento en la infraestructura para combatir el delito, que a pesar de todo sigue dejando cifras alarmantes.

En materia de salud, se vislumbra ya un orden que no se veía hace tiempo, y se espera que haya un orden financiero en el sector quizá más importante para los tamaulipecos, ya que de todos es sabido que cuadro tenemos salud, tenemos todo para seguir avante.

Iba Cabeza de Vaca a hacer tres “informes”, tres eventos, en un afán de dar su lugar a todas las regiones. Qué bueno que decidió dejar a un lado la estampa del Informe como un acto real en el que se invierte una muy enorme cantidad de dinero; decidió solamente entregar el documento, como manda la ley, y como debe ser en los tiempos que vivimos, más, cuando los recursos sobrantes debieran canalizarse a las ciudades afectadas por los temblores.

No gastar en actos típicos de un régimen de la realeza nos parece, personalmente, una excelente y acertada decisión.

Ahora qusiéramos que nos digan en qué se gasto el dinero, qué se hizo en cada uno de los rubros, y qué podremos esperar para el próximo año en la entidad que sigue queriendo crecer y explotar sus muchos recursos de todo tipo con que contamos.

El campo, recursos agropecuarios, naturales, turísticos y más, son lo que convierte a Tamaulipas en el tesoro que somos, y con una buena directriz, seguramente se podrán eficientar los recursos de las actividades productivas, y no olvidar aquellas que son el futuro como la energía eólica y otros generadores que tenemos que comenzar o seguir explotando, en aras de conservar un equilibrio en el planeta que nos permita no acabárnoslo tan pronto.

Hay expectativas por escuchar el informe, por saber qué informará y nos den detalles que tenemos derecho a saber.

De repente, nos gustaría que el equipo de asesores del gobierno estatal pudiera hacer recorridos entre la ciudadanía que no tiene compromisos con el Ejecutivo o su partido, ni con otros institutos, y escuchen lo que el tamaulipeco siente y presiente, lo que desea y piensa que se hace o no se hace.

Eso daría un panorama muy interesante sobre la realidad que captamos los que andamos en las calles a diario, y podría ser pie para proyectar las futuras acciones que se deben incrementar.

Es tiempo que los informes ya no sean esos actos de gloria, de lisonjas y halagos por millares: debe convertirse en la oportunidad del mandatario para informar y para escuchar, que es lo que todos deseamos en todo momento.

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