Tamaulipas carga con una herida que sigue abierta, entre 12 mil y 14 mil personas permanecen reportadas como desaparecidas o no localizadas, de acuerdo con cifras del Registro Nacional y de organismos como Red Lupa. Durante los últimos meses, de octubre de 2024 a marzo de este año, se localizaron 297 personas, 289 con vida y 8 sin vida. Y Aunque estos resultados muestran avances, no logran borrar la magnitud del problema.

El 58% de las desapariciones se concentran en los municipios fronterizos de Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, region donde la violencia y la delincuencia organizada siguen marcando la vida diaria. No es casualidad que, en los últimos años, Tamaulipas se haya ubicado entre los primeros lugares a nivel nacional en desapariciones, junto a estados como Jalisco, Estado de México y Nuevo León. Y si bien las autoridades aseguran que gracias al aumento de localizaciones el estado bajó del cuarto al sexto o séptimo lugar, lo cierto es que los números siguen siendo alarmantes.

A la tragedia de las desapariciones se suma la crisis forense que denuncian los colectivos de búsqueda, especialmente en el norte del estado. Sitios de exterminio descubiertos por las propias familias permanecen sin ser procesados, retrasando la identificación de restos humanos que podrían dar un poco de paz a quienes buscan. La burocracia y la falta de coordinación incluso obstaculizan la entrega de cuerpos ya identificados, profundizando el dolor de las víctimas.

En este contexto, la reunión inédita entre el gobernador Américo Villarreal Anaya y nueve colectivos de búsqueda marca un antes y un después. Es la primera vez que un mandatario estatal recibe y dialoga con estas agrupaciones, escuchando sus peticiones y comprometiéndose a mantener la tendencia a la baja en personas no localizadas. Más allá del discurso, lo relevante es que se acordó que los colectivos prioricen los casos más sensibles y que tengan un asiento en las Mesas Ciudadanas de Seguridad. Además, se estableció atención inmediata en temas de salud, educación y alimentación para las familias buscadoras.

La presencia en esta reunión del presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Hernán de la Garza Tamez, y del Fiscal General, Irvin Barrios Mojica, refleja que se trata de un reto que involucra a todas las instituciones. Asi que confiamos en que este encuentro se traduzca en resultados concretos para quienes llevan años buscando a sus desaparecidos.

Porque detrás de cada cifra hay una madre, un hijo, un hermano que no regresa. Y la deuda con ellos sigue pendiente.

Que Dios los bendiga, gracias. Leo sus comentarios en mis redes sociales.